Tavernes de la Valldigna se ha convertido en un municipio atractivo para la organización de festivales. Al menos así se desprende a tenor de la propuesta que tiene sobre la mesa el Gobierno local para acoger otro evento musical de estas características en la playa el próximo verano.

Según ha podido saber este periódico, una empresa se ha puesto en contacto con el consistorio vallero para conocer su predisposición a albergar el que sería el cuarto festival que se celebraría en este término municipal, si se tienen en cuenta el Festivern (diciembre), Iboga (julio) y el Sete Sóis Sete Luas (julio y agosto). La organización ha hecho un ofrecimiento «muy serio», con un planteamiento musical totalmente distinto al que ofrecen los otros tres.

La idea es crear en Tavernes un nuevo festival de música «indie», un estilo que representan grupos como Sinodie, Izal, Dorian o Fuel Fandango y cuyo principal exponente actualmente es Vetusta Moral, aunque no significa que sean estos los grupos que actúen en Tavernes si finalmente hay acuerdo con la administración vallera.

De momento, la propuesta se encuentra en un fase de estudio por parte de los técnicos municipales y los concejales del Ejecutivo, que deberán valorar cuestiones como la ubicación o la capacidad del municipio para acoger otro acontecimiento masivo en cuanto a servicios, infraestructuras, etc, por lo que se desconocen qué grupos conformarán el cartel.

Por lo que se sabe de otros festivales similares, lo lógico es que haya algunos grupos punteros, con un perfil más comercial y después varias formaciones incipientes, de calidad pero más conocidas en el espectro «indie».

La idea sería aprovechar el mismo espacio del Iboga Summer Festival, que se celebra a finales del mes de julio en unos terrenos de la zona norte de la playa, por lo que, en ese aspecto, se allanaría un poco el camino para que el evento «indie» sea una realidad. Si se pueden ocupar las parcelas para uno se supone que no habrá problema en que el otro lo haga.

El nuevo festival, por su parte, se situará en fechas de final del verano con la intención estratégica de que la temporada turística, al contrario de lo que ocurre tradicionalmente en Tavernes, no decaiga en las últimas semanas de agosto y se alargue el máximo posible en beneficio del sector.

El nuevo festival, del que se desconoce de momento el nombre con el que se le bautizará, cuenta con el elemento diferenciador del público al que atrae. El Festivern está dirigido eminentemente a jóvenes de entre 16 y 22 o 23 años. El Iboga, donde se mezclan estilos como el ska, el reagge o el balkan en el escenario, atrae a un público mayor de 20 años, con unos gustos musicales muy concretos, mientras que los seguidores de los festivales «indie» suelen ser, en general, mayores de 25 años o incluso más.

También está en estudio si, como ocurre con el Festivern y el Iboga Summer Festival, habrá zona de acampada y donde se ubicará.

Buena predisposición

Fuentes consultadas por este periódico indican que la predisposición por parte del ayuntamiento para que llegue un nuevo evento de estas características es buena, aunque todo se mantiene en la más absoluta cautela en tanto que se encuentra en una fase muy primitiva, en la que se dispone de todos los elementos y se deben valorar una serie de cuestiones a la hora de decidir definitivamente se instala este evento.

El primer festival que acogió Tavernes de la Valldigna fue el Festivern, en 2011. La buena acogida que tuvo entonces y los seis años siguientes tanto por los vecinos como por el ayuntamiento ha convertido a la localidad en la sede prácticamente permanente de este evento en el que miles de jóvenes disfrutan de la música eminentemente en valenciano o catalán, aunque también han pasado por la gran carpa que se instala en el Vergeret formaciones que cantan en castellano como los gandienses de La Raíz, entre muchos otros. Es, por el momento el más masivo, con la presencia de más de 13.000 jóvenes en las últimas ediciones.

Hace dos años llegó a la playa de Tavernes el Iboga Summer Festival. Se trata de un evento de perfil totalmente distinto al Festivern, que durante tres días llena la playa de unas 6.000 personas. Se instala en la zona norte, en varios terrenos propiedad de la Sareb, entidad con la que negocian el ayuntamiento y la empresa organizadora para poder ocuparlos.

El Sete Sois Sete Luas tiene un perfil mucho menos masivo. Se trata de un festival de pequeño formato que ofrece actuaciones de grupos italianos, portugueses y españoles y Tavernes es la sede nacional del evento.

Desde hace unos años, dos actuaciones de este festival se celebran en el paraje del Clot de la Font, durante el Porrat de la Sang, y en el entorno de la ermita de Sant Llorenç, en agosto.