La Parroquia de Sant Francesc d'Assís de Oliva ha iniciado una campaña para la restauración de sus campanas. El párroco, Germán Oltra, ha pedido una subvención para la restauración de la campana rota y sustituir el yugo de hierro de otra por uno de madera. Ambas ayudas han sido denegadas y, por lo tanto, el sacerdote dijo «iremos haciendo hucha» con iniciativas que surgirán de la parroquia.

El presupuesto que se ha hecho para la restauración es de 17.034 euros y se cuenta ya con una partida de 8.791 obtenidos de la venta de las láminas de Sant Francesc, la lotería de Navidad y el beneficio conseguido por la devolución de papeletas, así como donativos de feligreses de los años 2017 y 2018.

En la cartelera de la parroquia se especifican las cantidades correspondientes a todo ello. Además se ha anunciado que en el interior del templo parroquial existe un buzón para depositar los donativos que se quiera llevar a cabo. Según el párroco «queremos agradecerles sus aportaciones, ya que con la colaboración de todos se llevará a cabo la restauración de las campanas».

Hay que tener en cuenta que fue en septiembre de 1998, hace ahora casi veinte años, cuando el obispo auxiliar de València, Rafael Sanus, presidió la misa en la que se bendijeron las nuevas campanas del templo. Ese día centenares de feligreses abarrotaron la homilía en la que se pudo contemplar las preciosas campanas bajo la atenta mirada del cura párroco en aquel momento, Miguel García Aznar.

La campana mayor, que se bautizó como «Belén», pesa 420 kilos, mientras que la menor, con 90 kilos, se le puso el nombre de «Marta». Las dos se expusieron en el altar mayor.

Tras el acto de la bendición tuvo lugar el disparo de una estruendosa traca y se pudo oír por primera vez el sonido de las nuevas campanas, tras el cual tuvo lugar un fuerte aplauso de todos los feligreses reunidos en el templo parroquial olivense.

Entonces fue el Ayuntamiento de Oliva quien sufragó íntegramente el coste de las campanas, de manera que la colecta prevista para las mismas se dedicó a los pobres del tercer mundo, «tal como querría nuestro santo patrón Sant Francesc d'Assís», ha dicho el sacerdote.