El paro volvió a bajar en marzo en la Safor. La caída de la Semana Santa en este mes permitió que la comarca viera reducidas las listas de desempleados en 471 personas en total, la gran mayoría perteneciente al sector servicios.

La cifra supone un 3,41% menos que en el mes de febrero y que deja la cifra total en las 13.360 personas. En términos interanuales significan 1.406 parados menos. Sin embargo, si se analizan las estadísticas con detenimiento se observa como la reducción del paro en marzo del año pasado fue muy superior a la de este, lo que confirma la tendencia de estancamiento que se viene advirtiendo desde hace meses. Entre febrero y marzo de 2017 hubo una bajada de más del 9%.

Otro dato que es necesario detenerse a analizar es el de las contrataciones. Pese a que la Semana Santa, como ocurrió el año pasado, cayó en marzo, el número de personas que dispusieron de un contrato de trabajo durante este mes se ha reducido considerablemente. En concreto, este año se registraron 1.123 contratos menos que en el 2017, es decir un 13,68% de disminución interanual.

Respecto al tipo de contratos, lo de siempre. Un 91,2% son temporales (6.466 personas), mientras que los que tuvieron la suerte de que les cogieran como indefinidos fueron 623 personas, lo que supone apenas un 8,79%.

Raül Roselló, Secretario Intercomarcal de UGT PV incidió, a través de un comunicado en que el crecimiento económico y la recuperación del mercado laboral «no se transforma en calidad del empleo,que garantice unas condiciones dignas de trabajo y de vida para la población, ya que la salida de la crisis no está repercutiendo en el aumento del salario del trabajador ni en su estabilidad laboral». Para el dirigente, la bonanza económica de la creación del empleo «conlleva beneficios a la empresa que no llega al trabajador, estos beneficios se deben de repartir en forma de salarios y de mejores contratos. Para Roselló, el sistema de contratación ha cambiado «y predomina la precariedad laboral».