El Ayuntamiento de Simat de la Valldigna, de acuerdo con las familias de los afectados, se ha sumado al programa abierto por la Diputació de València para intentar desenterrar, identificar y trasladar a esta localidad a dos concejales de tiempos de la guerra civil que, al término de la misma, fueron fusilados por el régimen de Franco.

Se trata de José Borràs Solanes, un jornalero de 47 años, y de Enrique Climent Ripoll. Con juicios sumarísmos que casi siempre eran una farsa, ambos terminaron fusilados en el cementerio de Paterna el 15 de marzo de 1941 y sus cuerpos arrojados a la fosa común 128, justo la que ahora va a excavar la diputación.

Con ellos deben estar también los restos de Rafael Botella Mogort, otro simatero fusilado en la misma jornada, si bien en este caso no se ha podido contactar con la familia para su traslado.

Según señaló ayer el alcalde de Simat, Víctor Mansanet, los descendientes de José Borràs y de Enrique Climent han dado su autorización para poder realizar las futuras pruebas de ADN y, si se consigue localizar los dos cuerpos, serían trasladados al cementerio de Simat, donde recibirían una sepultura digna que el franquismo les negó cuando ambos fueron ejecutados en lo que muchos califican como auténticos asesinatos por parte del régimen vencedor de la guerra civil contra quienes defendieron la legalidad de la República española.

Según señala el alcalde, el ayuntamiento ya ha expresado que colaborará en todas las gestiones necesarias para que ese traslado se pueda hacer efectivo, y también en acciones de recuperación de la memoria histórica.

Otros dos alcaldes ejecutados

De momento son estos dos concejales los que tienen abierto procedimiento para identificarlos en la fosa común 128, pero Simat llevará a cabo a las 20 horas de este viernes, víspera de la proclamación de la Segunda República Española, un acto de reconocimiento público «a los alcaldes, concejales y demócratas republicanos que fueron víctimas de la represión franquista».

En una carta remitida a los vecinos y a las familias de algunos de ellos, Víctor Mansanet indica que se trata de un «acto de concordia» dirigido a quienes «defendieron los valores de la libertad, la justicia, la igualdad, la democracia y la paz en el marco de una República democrática de trabajadores y trabajadoras».

Entre los homenajeados figuran dos alcaldes de Simat igualmente fusilados por Franco. Se trata de Rafael Ferrando Alario, que fue elegido para el cargo el 28 de febrero de 1936, antes de que estallara la guerra civil, y que se mantuvo hasta el 23 de mayo de 1937, ya con el conflicto extendido por toda España. Militante del Centro Obrero Socialista, Ferrando pagó con su vida esa dedicación pública.

También murió frente un pelotón de fusilamiento Filiberto Mahiques Montagut, alcalde pedáneo del Pla de Corrals entre el 28 de febrero de 1936 y el 1 de abril de 1939, día en que Franco dio por terminada la guerra.