La venta de viviendas de la comarca de la Safor parece estar viviendo una segunda juventud. Las cifras recopiladas de todo el año 2017 demuestran que los terribles efectos del estallido de la burbuja inmobiliaria, a mediados de 2007, empiezan a ser historia. Los buenos datos que se vienen augurando en los últimos años se cogen por cautela tanto desde el sector como desde las administraciones, sobre todo ante el temor de que se esté generando un nuevo globo que en un futuro vuelva a provocar esos nefastos efectos.

Pese a ello, es difícil ocultar la evidencia y el año 2017 fue el mejor en lo que a transacciones inmobiliarias se refiere. En la suma de los doce meses, se registraron un total de 3.094 operaciones de compraventa, una cifra que ya supera las 3.011 del 2008, primer año completo tras el estallido de la crisis económica en España.

Los datos que ofrece el Ministerio de Fomento recoge que el tercer trimestre del año se llevaron a cabo un total de 848 operaciones, lo que supone un 21% más que entre los meses de julio a septiembre (699). Es, además, el segundo mejor registro del año 2017, ya que entre abril y junio se cerraron 892 operaciones de compraventa. El segundo y el cuarto trimestre del 2017 son, de hecho, los dos mejores registros en tres meses desde el 2008.

Las cifras, es cierto, están aún bastante lejos de las prácticamente 5.000 viviendas que se vendieron durante el año 2007. La diferencia también se encuentra en que el 90% de las casas que se traspasaron en el último ejercicio eran de segunda mano, a diferencia de lo que ocurría hace diez años cuando se sembraban los municipios de grandes urbanizaciones y promociones con un gran número de pisos, que se vendían casi inmediatamente.

Por municipios destaca el caso de Almoines, donde se llevaron a cabo durante el último trimestre del año pasado un total de 26 operaciones de compraventa, una cifra que ni se acerca a las que se han registrado en esta localidad en los últimos diez años.

En Oliva, por su parte, se registró la mayor venta de viviendas de todo el año entre los meses de octubre y diciembre, con 158.

Gandia también aumentó considerablemente el número de operaciones respecto al tercer trimestre del 2017, al pasar de 312 a 378, que es la segunda cifra más alta en de la última década en la ciudad, solo superada por la registrada en el segundo trimestre del mismo año, donde el número de transacciones se fue hasta las 437.

Otro municipio que también crece considerablemente es Daimús, que pasa de 25 a 42 operaciones, mientras que Ador también obtuvo uno de sus mejores registro de los últimos años, con seis operaciones.

A lo largo del 2017 se vendieron 350 casas y pisos más que un año antes y 1.500 más que el 2011, el año en que se registró el menor número de operaciones inmobiliarias en la comarca de la Safor. Estos datos vienen a demostrar que la recuperación del sector inmobiliario es una realidad en la Safor.

Durante los años de la burbuja, en los municipios de la comarca empezaron a proliferar las agencias de compraventa de viviendas. Con la llegada de la crisis, fueron desapareciendo muchas de estas empresas. Las que quedaron gestionaron la situación de forma que aguantaron incluso meses en que apenas se vendían viviendas. Actualmente su situación ha mejorado.