? Mientras unos salen del CAI, como es el caso de Domi y Pepe en un futuro otros entran. Hasta 60 personas vivieron de forma temporal el año pasado en este centro a través del proyecto de Atención Integral. Todos ellos pasan una entrevista de los técnicos para conocer cuál ha sido su recorrido antes de llegar al centro «y descartar aquellos que van recorriendo albergues con estancias de 3 o 4 días. Ese perfil no es el que queremos», explica Jesús Mollá, psicólogo del CAI. «Aquí les enseñamos el funcionamiento del CAI, sus horarios, normas y etapas que deben cubrir hasta llegar a la empleabilidad. Además hemos potenciado la mirada hacia la enfermedad mental, que aparece en la mayoría de ellos, que presentan trastornos por el abuso de alcohol y drogas y otros adaptativos de migración por color, idioma o derechos».

El psicólogo afirma que es «vital» trabajar con los usuarios del CAI en los primeros 3 meses porque «este centro no es un albergue y no pueden estar de brazos cruzados. Hay que trabajar con ellos. Ellos marcan sus objetivos y nosotros les acompañamos en todo el proceso».