El Ayuntamiento de Palmera ha puesto en manos de la Conselleria de Educación la construcción del nuevo colegio del municipio. El consistorio ya ha cumplido con lo que le exigía el departamento que dirige Vicent Marzà y esta misma semana ponía punto y final a las obras de urbanización del entorno de la parcela en la que se levantará el futuro centro.

Ahora es la Generalitat la que debe iniciar la redacción del proyecto del centro. Una vez acabado este trabajo, Palmera se acogerá al plan Edificant para gestionar el resto del proceso que acabará con la construcción del nuevo edificio.

Lo que sí se puede adelantar ya es que la infraestructura contará con tres líneas de infantil, seis de primaria, comedor y todas las dotaciones de los colegios que se están construyendo actualmente.

El alcalde, Àlvar Català, de Compromís, se mostró «muy contento» por que, por fin, el proyecto del nuevo colegio pueda ser una realidad después de muchos años de espera. De hecho, el primer edil lamentó «que se haya tardado tanto» porque «Palmera necesita un colegio lo más urgente posible», apuntaba a este periódico.

El ayuntamiento confía en que el proyecto se pueda licitar a principios del año 2019.

Con estos pasos, aunque pequeños, Palmera empieza a ver la luz al final del túnel para la construcción de un nuevo colegio que acabe con la gran cantidad de deficiencias que sufre el actual centro.

La situación, en palabras del propio Català, es «pésima» porque el espacio del edificio no responde al número de niños que están escolarizados, de ahí que se tuvieran que instalar hace años barracones en el patio.

El centro no cuenta con aula de música, lo que obliga a los alumnos a desplazarse a la escuela de música y como en el patio no hay espacio, para hacer gimnasia y salir al recreo están obligados a acudir al polideportivo. El de Palmera, junto al de la Font y Almoines, es de los colegios en peor estado de la comarca. Todos ellos son ampliamente reivindicados.