de todas las procesiones religiosas que se celebran a lo largo del año, la más importante es la del Corpus Christi, que tuvo lugar el pasado domingo en casi todos los municipios de la Safor. El acto, en el que un sacerdote lleva la custodia con el Santísimo Sacramento, se convierte, en las principales localidades de la Safor, en un acontecimiento cultural que permite regresar varios siglos en el tiempo. Gandia, Oliva o Tavernes siguen manteniendo muy viva la tradición de las danzas populares y los personajes bíblicos que, previo paso de la custodia, abren el desfile religioso. De todas esas danzas, sin duda la más llamativa, y más acorde con lo que se celebra, es la de la «Moma». Siete personajes que representan los siete pecados capitales, danzan alrededor de otra persona vestida de blanco inmaculado que expresa la virtud. En cierta medida, se trata de contraponer el bien al mal y, como no podía ser de otra forma en un acto religioso de estas características, la danza finaliza con los «pecadores» sometidos por la virtud de la «Moma». En la mayoría de los municipios, la celebración del Corpus de remonta a varios siglos atrás, y, como también es tradición, las autoridades civiles acompañan al sacerdote que, cubierto por el palio, lleva la custodia con el Santísimo. En la imagen superior izquierda, la danza de la «Moma» en Gandia, rodeada por los que representan al pecado. Al lado, momento en que la custodia sale de la Colegiata. En la foto de la derecha, la procesión en la localidad de Villalonga.