Para una incomprensible respuesta, la de Italia y Malta negando la entrada a sus puertos de las 629 personas que viajan a bordo del barco «Aquarius», siempre hay otra reconfortante, la de muchos ayuntamientos y ciudadanos que no han dudado en ofrecer sus recursos para acoger a los migrantes que está previsto que lleguen a València la madrugada del sábado al domingo. Entre estos municipios solidarios hay varios de la comarca de la Safor.

Desde que se conoció que el Gobierno aceptaba que el puerto de València recibiera al navío, que estuvo varias horas parado entre las costas de Italia y Malta, iba a ser el destino final, Gandia, Oliva, Tavernes de la Valldigna, Bellreguard y Benifairó se han puesto a disposición de la Generalitat y del propio Gobierno de España para ofrecer recursos y ayuda a las personas, muchas de ellas menores, que viajan a bordo.

En el caso de la capital comarcal, el pasado martes, el concejal de Responsabilidad Social, Nahuel González, estuvo presente en la reunión que presidió la vicepresidenta del Consell y consellera de Políticas Inclusivas, Mónica Oltra para coordinar todo el dispositivo. González ya había hablado anteriormente con las diferentes ONG de la ciudad y, a sabiendas que todas están dispuestas a ayudar a las personas que puedan llegar, ha ofrecido dos pisos de titularidad municipal, con cabida para entre 10 y 15 personas, y toda la atención integral que precisen los refugiados durante su estancia en Gandia.

El ayuntamiento se ha coordinado con Cáritas y Cruz Roja, que también podrían ofrecer viviendas y con el comedor social, para aumentar las raciones que cocina diariamente en caso de que se necesitara. Entidades como los bomberos o el Consell de Joves también han puesto a disposición del consistorio sus recursos para ayudar en la acogida.

En el caso de Oliva, el alcalde, David González, indicaba ayer a Levante-EMV que el mismo martes convocó una junta de portavoces en la que informaba que Oliva también se ofrecía a acoger refugiados. «Nosotros no tenemos pisos de titularidad municipal listos para que entren a vivir, pero tenemos ya al menos tres familias que han ofrecido sus casas», explicaba. El ayuntamiento, en este caso, «pondría a disposición de estas personas recursos municipales que irían desde las ludotecas o clases de castellano hasta alguna ayuda económica», indicaba González. El ayuntamiento ha nombrado a una técnica como responsable de hacer de enlace entre el consistorio y la Federació Valenciana de Municipis i Provincies (FVMP), entidad desde la que se está articulando todo el dispositivo junto a la Generalitat.

Por lo que respecta a Tavernes de la Valldigna, la concejala de Servicios Sociales, Noelia Alberola, explicó que están trabajando en la elaboración de un censo de viviendas que puedan ceder los vecinos y otro de ciudadanos que puedan ayudas como manutención, ropa, transporte, acompañamiento de gestiones, interpretación, etc. La edila está en contacto con la FVMP y la Generalitat para «coordinar las acciones» y «ayudar en lo que puedan necesitar», indicó.

Bellreguard dispone de una vivienda que es propiedad de la parroquia, con la que en su día acordó cederla a refugiados si fuera necesario, además de la ayuda de las entidades sociales del municipio, según explicaba ayer el alcalde, Àlex Ruiz.

En Benifairó de la Valldigna, el primer edil, Josep Antoni Alberola, afirma que «hay muchas ganas de ayudar» por parte de los ciudadanos. El ayuntamiento ya ha dispuesto un espacio «para vivir temporalmente» y busca vecinos que ofrezcan casas vacías.