No ha habido perdón para la falla Prado de Gandia. En una reunión que tuvo lugar la noche del pasado jueves, la asamblea de la Federació de Falles, formada por un miembro de cada comisión de la ciudad, aprobó elevar a definitiva la multa propuesta hace unas semanas por el órgano disciplinario tras la denuncia por la retirada de «ninots» de su monumento mayor en la «cremà».

La propuesta salió adelante con un total de 16 votos a favor, uno en contra, el de la propia afectada, y seis abstenciones. Se da la circunstancia de que la denuncia había sido apoyada por 14 comisiones, por lo que a estas aún se han sumado otras dos que consideran que Prado infringió un acuerdo aprobado en Junta de Gobierno antes de las pasadas fallas. La asamblea, que con su decisión no tuvo en cuenta el escrito de alegaciones presentado por la falla, no modificó ninguno de los puntos que había propuesto la comisión disciplinaria como sanción.

Contra este trámite no cabe ya recurso ante ningún estamento fallero y, por tanto, a la entidad se le impone el pago de 300 euros de multa, la retirada del banderín del segundo premio de sección Especial y de la cuantía económica, que rondaría los 3.000 euros. La comisión, sin embargo, no descarta llevar el asunto ante los juzgados. En los próximos días se estudiará por parte de la ejecutiva si finalmente es viable esa acción judicial.

Como ya publicó este periódico, la falla, una de las más importantes de la ciudad, entiende que se ha sentido «desprotegida» porque la comisión encargada de proponer la sanción y el órgano que finalmente ha decidido ejecutarla están formadas por las mismas fallas que presentaron la denuncia, siendo, por tanto, «juez y parte». Además, denuncian que la multa se ha basado «en una norma que no existe» y que la enjuiciadora «se ha inventado». A la Federació de Falles de Gandia, el Prado la acusa de «permitir» que la comisión disciplinaria «se salte los estatutos».

Juan Martí, vicepresidente del Prado y que en el pasado ejercicio ocupaba el cargo de máximo representante de la falla, indicaba ayer que «había una voluntad de las fallas de sancionarnos». También apuntó que «podemos entender» la multa de 300 euros, «por saltarnos un acuerdo de Junta de Gobierno», sin embargo «para nada entendemos la segunda parte de la sanción, que aplica un reglamento o estatuto que no consta en ninguna parte».

En el seno del Prado están dolidos, porque, apuntan, la retirada de «ninots» « no es un sistema que hayamos inventado nosotros» y, critica Martí, «los que ahora nos denuncian a nosotros son los primeros que lo han hecho», lo que a su entender, demuestra «la hipocresía fallera que existe» en Gandia.

Por último, el vicepresidente aclara que «nunca se ha demostrado que los 'ninots' fueron devueltos al taller».

El presidente de las FdF, Telmo Gadea, defendió ante la asamblea que el proceso había sido «transparente» y ha contado «con todas las garantías».