Del medieval Ausiàs March a Esther Climent (Oliva, 1995). Del modernizador valenciano-catalán del Tirant lo Blanch, de Joanot Martorell, al preciso castellano de Francisco Brines. Y entre estos ejemplos, una amplísima nómina de escritores de perfiles y géneros muy diversos, desde la narrativa clásica a los haikús. ¿Es la comarca de la Safor-Valldigna una excepción en el mundo literario, como opinan muchos observadores? ¿Qué ha propiciado tanta cantidad y calidad de autores y obras?
Responder a estas preguntas ha sido la intención de Juli Capilla y Mercè Climent, responsables de la editorial Lletra Impresa, que acaban de publicar Gandia, capital literària, una obra de dos volúmenes, con diseño de Vicent Almar, cuyo objetivo ha sido «averiguar por qué se ha dado esta efervescencia en la comarca y hacer un repaso de lo que se ha hecho desde la Edad Media hasta la actualidad, y no sólo desde el punto de vista histórico, sino también sociológico, económico o territorial».
La iniciativa partió de la propia editorial, pero buscaron la implicación de Saforíssims (un colectivo que agrupa a gran parte de los lletraferits de la comarca) y del CEIC Alfons el Vell, y aprovechando la capitalidad cultural de Gandia en 2017, consiguieron el apoyo económico del Ayuntamiento.
El primer volumen, codirigido por Capilla y Josep Piera, ofrece una visión del hecho literario comarcal a lo largo de la historia explicado por 14 autores como el propio Piera, Ignasi Mora, Lluís Miret, Gabriel Garcia Frasquet, José Figueres, Francesc Calafat o Lourdes Bohigues. «Partíamos de la generosidad de todos los colaboradores», dice el editor. «Cada uno, desde su parcela de conocimiento, ha aportado su explicación a este fenómeno literario».
El segundo tomo contiene un índice de escritores actuales, nacidos a partir de 1932 (Brines abre la antología), y una selección de textos de cada autor. Este compendio incluye más de un centenar de nombres, un trabajo complicado, porque han tenido que rastrear editoriales, revistas especializadas, llibrets de falla, periódicos o blogs a la búsqueda de todos aquellos que, nacidos o no en la comarca, independientemente del idioma empleado, escriban hoy y aquí, en la Safor-Valldigna.
«Ha sido un proyecto fascinante», comenta Capilla. «Es tal la pluralidad de voces y géneros, desde la novela hasta el ensayo o el guión de radio, que hemos necesitado trabajar en red, ha sido una labor coral entre todos los colaboradores». «No hemos querido hacer un tocho», advierte el editor, «sino una muestra de toda la literatura nacida en esta comarca, de fácil consulta y de interés general para todos, incluso de uso didáctico para profesores».
Gandia, capital literària, da continuidad así a la Antologia d'Escriptors de la Safor (1986), de Enric Ferrer Solivares y Joan Enric Pellicer, y a 30 anys de cultura literària a la Safor (1990), de Enric Sòria.
1959, el punto de partida
Tras el esplendor medieval y la tímida Renaixença de finales del siglo XIX, la creación, en 1959, del premio Ausiàs March de poesía supuso un punto de partida para el nuevo auge literario en la comarca. La presencia en Gandia de grandes figuras como Dámaso Alonso, Salvador Espriu, José Agustín Goytisolo o Pere Quart quizás influyó. «La gente comenzó a creérselo», opina Capilla. «Fue un detonante para la modernización literaria, que desembocó en la importantísima generación de los 70». Piera, Mora, y más tarde Enric Sòria, Ferran Cremades o Ferran Garcia-Oliver, entre otros, dan paso a una eclosión de voces que continúa en la actualidad, muchas de ellas femeninas: Àngels Gregori, Cristhelle Enguix, Àngels Moreno, Maria Josep Escrivà o Irene Verdú son sólo algunos ejemplos.
No están todos los que son, pero sí son todos los que están. «Pedimos disculpas si nos hemos dejado a alguien, pero no los conocemos a todos, y en una segunda edición los incorporaremos», asegura.
