El Ayuntamiento de Gandia hará frente en los próximos días a una parte de las ayudas a la rehabilitación de edificios. Se trata de una ordenanza aprobada en 2006 a la que se acogieron centenares de comunidades de vecinos y también particulares para realizar obras de mejora en sus escaleras o casas. Esta normativa contemplaba que las ayudas se entregarían "en función de la disponibilidad presupuestaria".

Según ha explicado Vicent Mascarell, director general de Urbanismo, entre el 2006 y abril del 2011, las ayudas se fueron pagando "religiosamente". "Pero después llegaron las elecciones y el cambio a un gobierno de mayoría absoluta del PP que dejó de pagar". La deuda ha alcanzado los 260.000 euros, que el ayuntamiento ahora empezará a pagar. "En 2014, el gobierno de Arturo Torró tenía dinero previsto para pagar esas ayudas pero finalmente cambió de prioridades", explicó Salvador Gregori, director general de Economía y Hacienda.

Para este 2018, el ayuntamiento destinará una partida de 100.000 euros que servirá para cubrir el 40% del total de la deuda. El objetivo es llegar al 100% el próximo año, explicaban tanto Mascarell como Gregori.

El plan fue aprobado en la primera legislatura del socialista José Manuel Orengo como alcalde y tenía por nombre Plan de mejora de las condiciones de vida de los edificios. Actualmente está inactiva debido a la precaria situación económica del ayuntamiento.