Cinco líneas radiales de autobús, todas ellas con confluencia en Gandia, y una transversal entre Villalonga y Oliva que servirá para realizar trasbordos fuera de la capital de la Safor. Ese es el plan anunciado ayer por la Conselleria de Territorio para restablecer el uso de este transporte público en la comarca, abandonado a su suerte desde hace años y, fruto de ello, con un servicio que resulta deficiente en todos los aspectos.

Como ya ha hecho en otras zonas, para la llamada área funcional de Gandia los autobuses que funcionarán a partir del momento en que se adjudique el nuevo servicio abarcan el espacio comprendido entre Pego, en la vecina comarca de la Marina Alta, y Castelló de Rugat, en la Vall d'Albaida. En el primer caso porque entre Pego, Oliva y Gandia existe una enorme relación que genera movilidad personal, y en el caso de la Vall d'Albaida porque una decena de municipios están en el Área de Salud de Gandia, el hospital de esta ciudad es su centro referente y, por lo tanto, precisan de un sistema de transporte que les permite llegar hasta allí.

La Generalitat, que licitará todo el paquete a una empresa para que se encargue del servicio en el sur de la Safor, ha previsto una ruta entre Pego, Oliva y Gandia con dos variantes, por Bellreguard y por la carretera de los municipios costeros. Una segunda línea cubrirá el trayecto de la Font d'en Carròs a Gandia. La tercera irá de Villalonga a Gandia, otra partirá desde Castelló de Rugat y la quinta cubrirá la ruta de Gandia a las playas del sur.

La novedad es la línea seis, transversal, que parte desde Villalonga y llega a Oliva. La característica fundamental es que durante su trayecto permite transbordos con las otras cinco líneas, de manera que un usuario de autobús puede desplazarse entre distintos municipios sin la necesidad de llegar a Gandia.

Como es lógico, el hospital comarcal y la estación de Renfe de Gandia son dos puntos clave. Todas las líneas pasarán por ambos centros que están entre los que generan mayor movilidad de personas en la Safor.

Otro aspecto a tener en cuenta es que, en días lectivos, la red de autobuses garantizará el acceso a los institutos de Gandia, Villalonga, Bellreguard y Oliva, de la misma manera que, salvo los municipios de la Vall del Vernissa, se recuperará el servicio los sábados y domingos, ahora inexistente en la mayoría de los pueblos.

1,39 euros, precio medio del billete

Aún no se sabe cuándo entrará a operar el nuevo mapa de autobuses que la Generalitat ha diseñado, pero sí se estima que el coste de poner en marcha esta nueva red de transporte público costará unos dos millones de euros al año y que contará con 134.209 viajeros. La recaudación anual también se estima en 185.955 euros contando que, por término medio, el billete costaría 1,39 euros.

Para la Generalitat, la nueva concesión, unida a la que se publicó el pasado mes de mayo para la zona comprendida entre Gandia y la Valldigna, «mejorará el servicio de transporte público de todos los municipios y les proporcionará conexión directa con el hospital de Gandia, cubriendo las necesidades de transporte público de esta importante comarca valenciana».

Los autobuses, además de calefacción y aire acondicionado, deberán ir equipados con los últimos avances en tecnología, como el sistema de pago con tarjeta sin contacto, y la empresa deberá disponer de una página web en la que se ofrezca toda la información sobre líneas, paradas y horarios. La Generalitat ha previsto entregar la concesión de este nuevo servicio de autobuses por un periodo de diez años.