Las Fallas de Tavernes de la Valldigna han aprobado, por primera vez, unas bases sobre las que evaluar el premio a la crítica local que aparece en los monumentos. Aunque este galardón se entrega desde 2007, nunca se había establecido un criterio objetivo con el que dirimir qué comisión era la que mejor había trabajado cada año el humor sobre los temas que atañen al municipio. Una persona designada por la Junta Local Fallera recorría todos los barrios, inspeccionaba los monumentos y los escritos que acompañan a los «ninots» y decidía a criterio propio.

A partir de este año, se establecen una serie de parámetros lo más objetivos posibles. La principal curiosidad, según las bases a las que ha tenido acceso Levante-EMV, es que el jurado lo formará un miembro de cada uno de los partidos políticos de la actual corporación municipal: Compromís, PP, PSPV y EUPV. El único requisito que deben cumplir es el de no formar parte de ninguna comisión fallera de Tavernes. Podrán ser, por tanto concejales o no, puesto que si un partido tiene, por ejemplo, todos los miembros de su grupo municipal como falleros deberá designar a algún otro representante.

Por tanto, las propias formaciones políticas se convierten en juez y parte, puesto que serán las encargadas de valorar sus acciones. Las fallas normalmente critican la gestión municipal, que evidentemente afecta al partido que gobierno, aunque lo cierto es que la oposición no suele escaparse de de la ironía. Ahora, los mismos que toman decisiones son los que deben dirimir cuál de las seis comisiones de la ciudad critica mejor sus pifias y, además, lo hace de una forma más original y llamativa. En cierto modo, los ediles se van a dar un baño de realidad recorriendo los casales falleros y tendrán la posibilidad de palpar el sentir de los falleros y falleras, que, al final, es el de la mayoría de los vecinos y vecinas. Al mismo tiempo, podrán apuntarlo en su lista de demandas de cara a preparar sus propuestas para las elecciones que se celebran solo dos meses después.

El jurado visitará las seis demarcaciones de la ciudad de forma libre y sin previo aviso para después ofrecer su valoración. Puntuarán la actualidad y diversidad de los temas (de 1 a 6), el trabajo y la originalidad (de 1 a 4 puntos), el verso (de 1 a 6), la composición (de 1 a 6) y los elementos añadidos (de 1 a 3).

Además del contenido de los escritos, la Federació de Falles pretende dar un nuevo aire a las críticas. Por ello, otorgará mayor importancia a la presentación y la utilización de elementos complementarios para hacerlas más llamativas. «No es igual imprimir un folio A-4 en negro sobre blanco que hacer un fondo diferenciado para cada cartel o pintar las letras a mano. Muy importante es que las criticas se puedan legar bien y sean claras a la vista», se recuerda en el documento. A su vez, la entidad anima a que se usen «ninots» personalizados de políticos u otras personalidades del municipio, como ocurre con frecuencia en Gandia o València. A muchos ediles les gusta tomarse fotos con su avatar fallero.