La caída al mar de parte de la carga de un barco mercante puede estar en el origen del extraño suceso que, a media mañana de ayer, alertó a numerosos bañistas de la playa Nord de Gandia y que obligó a intervenir a la Cruz Roja, la Policía Local y el departamento de Servicios Urbanos del ayuntamiento.

Se trata de una enorme bala de paja que, lentamente, se acercó a a la orilla arrastrada por la corriente que generaba el viento de levante. Inicialmente se desconocía de qué elemento estaba integrado ese bulto, por lo que los socorristas procedieron a acotar la zona, situada a la altura de la calle Astúries, hasta poder sacar la bala de paja hasta la arena.

En medio de una gran expectación, por aquello de la «atracción» que supone un hecho así en pleno verano en la abarrotada playa de Gandia, el ayuntamiento ordenó a los servicios municipales que se desplazara un camión y una excavadora para cargar la «mercancía» perdida en el mar y llevarla a un contenedor de basura, donde fue finalmente depositada.

La paja no está entre las materias que constituyen el grueso del tráfico marítimo que entra y sale desde el puerto de Gandia, pero expertos consultados ayer indican que las corrientes pueden arrastrar hasta la orilla elementos flotantes, como este, desde decenas de kilómetros mar adentro, donde a diario cientos de barcos navegan en todas direcciones.