Alrededor del 80% de los conductores de ambulancias del departamento de salud de Gandia secundaron ayer la huelga convocada a nivel de la Comunitat Valenciana para exigir un convenio colectivo y la mejora de sus condiciones de trabajo.

Los profesionales se concentraron ante las puertas del hospital Francesc de Borja durante la mañana para, posteriormente, visitar todos los centros de salud de la comarca en piquete informativo. «Hemos explicado nuestras reivindicaciones y también los servicios mínimos que se están cumpliendo», explicaba a este periódico Juan Grimal, secretario del comité de empresa, de UGT.

En su caso y el de sus compañeros, pertenecen a la empresa Ambulevante, que tiene adjudicado el servicio de traslado de pacientes en la zona de la Safor dentro de una Unión Temporal de Empresas de la que forman parte varias firmas.

La principal reivindicación de la huelga, que es indefinida, es la negociación de un «un convenio autonómico digno» y también «que nos reconozcan la categoría laboral que tenemos todos los trabajadores». Según explicó Grimal, desde hace unos años, la ley obliga a los conductores de ambulancia a disponer del título de técnico en emergencias sanitarias. Sin embargo, señala, «eso no se traduce en una mejora salarial de los trabajadores. Hace mucho tiempo que llevamos arrastrando este asunto», indicaba.

Grimal recordaba que «el año pasado desconvocamos la huelga porque la empresa se comprometió a negociar, pero no lo ha hecho». Además, desde el comité de empresa denuncian que la mercantil, «no está cumpliendo los pliegos de la licitación» y también la acusan de «realizar una bajada temeraria» para adjudicarse el servicio en el momento en que se produjo el concurso. «Tenemos los sueldos congelados desde 2013».