El reparto de comida a las familias más necesitadas de Oliva se ha envuelto de polémica desde que el ayuntamiento decidiera romper el convenio con el Banco de Alimentos de la Pobla de Vallbona, entidad que se encargaba de gestionar este servicio, hace unos meses. El tira y afloja entre la administración local, la organización solidaria y los vecinos afectados vivió ayer un nuevo episodio. Un equipo del Banco de Alimentos, con su presidente, Jaume Serra, a la cabeza, se desplazó hasta la ciudad para repartir bolsas de comida a unas 45 familias.

La acción estuvo promovida por Joaquín Barrull, presidente de la Asociación Romaní y persona muy involucrada en la ayuda social en la ciudad, y otras personas. Este denunciaba que «hace tres meses que las familias no reciben comida», de ahí que el organismo atendiera su petición. «Vamos a venir las veces que haga falta, aunque no tengamos ya convenio, porque no vamos a abandonar a las familias más necesitadas», indicaba Serra en conversación con Levante-EMV. La entrega se llevó a cabo en el polígono El Brosquil, ante un taller propiedad de Barrull. Cada familia recibió unos 35 kilos de productos como pasta, galletas, legumbres, leche, aceite, zumos, pan de molde y hasta crema de cacao para los niños y Casera, entre otros.

Serra denunciaba que el ayuntamiento Olivense aún adeuda al Banco de Alimentos 9.000 euros del convenio del 2017 y los cuatro meses de 2018 que ofrecieron el servicio y no descartó llevar el asunto ante la justicia si el cobro se alarga en el tiempo. «No es lo que queremos y confiamos en que se arregle pronto, pero si no es así, tendremos que defender nuestros derechos», indicaba.

Serra también criticó algunas afirmaciones del concejal de Servicios Sociales, Àlex Salort, que acusaba a su entidad de repartir «papas y cocacolas». «Entregamos comida de primera necesidad. Sí que es cierto que si alguna empresa nos da refrescos o esnacs los damos también, pero no es lo principal». De hecho, en el reparto de ayer llamaba la atención una caja con paquetes de cacahuetes recubiertos de chocolate. «Eso se da para los niños», indicaba Serra.

Este periódico habló ayer con algunos de los vecinos que reciben estos alimentos. Carmen González explicaba que en su casa solo viven ella y su hija pequeña y que al estar sin trabajo precisa de este tipo de ayudas. «Si no tuviésemos este banco de alimentos me tendría que buscar la vida yo sola como estoy haciendo», indicaba. Por su parte, Francisco, acude a recoger alimentos para él, su mujer y su hija de cinco años. Con los dos brazos amputados se desplaza en una bicicleta eléctrica. «Yo solo tengo una pequeña pensión de 400 euros pero tengo que pagar el alquiler, la luz, el agua, etc. No nos da para comer», explicaba.

Loli, por su parte, indicaba que «hará dos meses que no recibimos alimentos» y se sentía aliviada al recoger sus bolsas porque mis hijas necesitan comer y beber y no recibimos ningún tipo de ayudas».

Joaquín Barrull explicaba que para la donación de ayer «se han priorizado las familias en una situación más grave, sobre todo aquellas en las que hay niños». A su vez, señalaba que «ha habido padres que nos han dicho que les daban para desayunar agua con pan a sus hijos. Se me ponen los pelos de punta de pensarlo».

Recordaba que «ya avisé al ayuntamiento de que no rompiera el convenio con el Banco de Alimentos hasta que no consolidara el contrato con Cruz Roja. Ahora, nos hemos visto con que entre un convenio y otro se han quedado las familias sin recibir comida».

«En julio empieza el reparto»

El concejal de Servicios Sociales, Àlex Salort, dijo ayer que «no es del todo verdad» que en tres meses no se haya entregado comida. «En marzo se hicieron tres repartos y en abril también. Es cierto que desde entonces no se ha dado comida, pero en aquellos repartos se dio más de lo normal en previsión». Explicó, a su vez, que el hecho de que Cruz Roja no haya empezado aún a entregar los alimentos se debe a que el Fondo Europeo de Garantía Alimentaria, que es el que suministra la comida a la entidad, «no hace su entrega hasta el mes de julio». Por tanto, se espera que en los próximos días esta asociación ya empiece a operar.

Sobre el impago al Banco de Alimentos, Salort señalaba que «faltaba una documentación por presentar, que ya ha presentado y ahora se está evaluando. Es un procedimiento normal y estamos dentro de los plazos».

Por el momento, 310 familias han solicitado la ayuda de alimentos a Cruz Roja.