La aparición de dos ejemplares de carabela portuguesa en la playa Nord ha obligado al Ayuntamiento de Gandia a establecer, de urgencia, un protocolo de actuación para evitar que los caprichos de este animal marino pille desprevenidos a todos los servicios de emergencia.

En una reunión que tenía todos los visos de gabinete de crisis, en la que participaron representantes de Cruz Roja, la Cofradía de Pescadores, la Policía Local y la concejala de Seguridad Ciudadana, Àngels Pérez, se acordó ampliar el tiempo de vigilancia de la costa a más allá de las horas en que los socorristas están presentes en la arena. Así, entre las 6.30 horas y las 10 de la mañana y entre las 20 y las 22 horas, el servicio de quads de la Policía Local será el encargado de inspeccionar el agua para detectar la posible presencia de este hidrozoo. El resto del día, es decir, entre las 10 de la mañana y las 8 de la tarde, la competencia le corresponderá a los profesionales de Cruz Roja.

El segundo de los puntos que se trató fue el dispositivo que se pondrá en marcha en el mismo momento en que se aviste la carabela. Automáticamente se izará la bandera roja, no en toda la playa, sino en el sector más próximo al punto en que apareció el animal. A su vez, también se instalará el distintivo blanco con el dibujo de la medusa, para avisar a los bañistas de su presencia. Este se mantendrá más allá de las 20 horas, tras el «cierre» de la playa, y siempre basándose en las recomendaciones de la Cruz Roja, que son los expertos en esta cuestión.

La tercera pata de este dispositivo es el de la Cofradía de Pescadores. Las barcas que faenen por Gandia se comprometen a dar aviso a la Cruz Roja y la Policía Local en el caso de que atrapen alguna carabela portuguesa.

Durante el encuentro de los diferentes agentes se ha valorado de forma «positiva» el dispositivo que se puso en marcha el pasado miércoles. Sin embargo, todos han acordado la necesidad de ir «un paso más allá» y adaptar el protocolo del Instituto de Ecología Litoral a la realidad de Gandia.

De ese modo, el próximo paso es redactar el documento específico para Gandia, el cual se enviará a todos los agentes implicados y las empresas que se dedican a actividades acuáticas para que tengan conocimiento y actúen conjuntamente en caso que aparezcan estas especies.

La concejala Pérez quiso ayer frenar el alarmismo y lanzó un mensaje de «tranquilidad» a todos los bañistas y remarcó que el de la tarde del miércoles fue «un caso muy puntual». La edil apuntó que «Gandia es una playa muy tranquila, muy segura, tenemos los mejores socorristas y los mejores profesionales y, como se ha comprobado, estamos preparados para actuar ante el mínimo avistamiento de medusas».

Aunque oficialmente desde el ayuntamiento gandiense solo se ha declarado un avistamiento de carabela portuguesa, fuentes consultadas por Levante-EMV apuntan a que en las últimas semanas se han hallado varios ejemplares en la playa de Gandia, aunque por protocolo se ha optado por . Estos se sumarían a los que también han aparecido en Tavernes de la Valldigna, que han obligado a cerrar este litoral en dos ocasiones en las últimas semanas.