La comarca de la Safor se encuentra dentro de los parámetros de donación de sangre implantados por la Organización Mundial de la Salud. El territorio acoge cerca de 32 donaciones por cada mil habitantes. No obstante, las comarcas del litoral donan menos que las del interior. Por eso, las distintas poblaciones llevan a cabo distintas campañas.

Sin embargo, estas donaciones no se reparten de manera equitativa entre todos los municipios que componen la comarca. Así, aunque Gandia, Oliva y Tavernes de la Valldigna son las poblaciones que realizan más campañas de donación, son las localidades con menor número de habitantes, como Bellreguard, Almoines, Ròtova o Villalonga, las que tienen un mayor índice de donación.

La doctora y presidenta de la Federación de Asociaciones de Donantes de Sangre de la Comunidad Valenciana, Asunción Chaves ha explicado a este periódico que esto se debe a que en estos municipios «hay mayor proximidad con la gente» a la hora de difundir el mensaje, ya que las instituciones «carecen de campañas de publicidad» para llegar a un mayor número de población.

Estas campañas también se realizan desde el ámbito educativo. Chaves expuso que en la Safor, como en la mayoría de comarcas, «la gente empieza a donar a los 18 años, abandona a los 21 y se vuelve a reincorporar a los 30».

Por otra parte, un 65-70% de los donantes solo realiza esta actividad una vez al año, aunque eso no es algo negativo porque, como explica la doctora, «si todo el mundo donase solo una vez al año, habría suficiente sangre». Sin embargo, la doctora expuso que la población no es consciente de este tema y «solo reclama el derecho a recibir sangre, pero no dona, ya que hay una falta de altruismo».

El perfil del donante que existe en la Safor es de varón con una edad comprendida entre los 36 y los 50 años, por lo que «hay que convencer a gente nueva». En épocas estivales estos datos cambian, ya que la donación disminuye y la mayoría de personas que acuden a los puntos de donación son ciudadanos del centro de España que vienen a pasar sus vacaciones.

Cuidar la salud de los donantes

La sangre donada se divide en tres partes y cada una va dedicada a una persona. Entre estas se encuentran los glóbulos rojos (con una caducidad de 35 días), las plaquetas (con una duración de cinco días) y el plasma, utilizado en la elaboración de medicamentos.

A su vez, la sangre se reparte en varios grupos destinados a personas con el mismo tipo de plaquetas. Los grupos más abundantes en la comarca son A+ y O+, que oscilan el 35%, mientras que el B- y el AB- son los más escasos.

A pesar de la importancia de la donación, los centros médicos siempre cuidan la salud de los donantes, ya que «la donación no debe perjudicar a nadie». Para ello lo que siempre tienen en cuenta que quien va a donar sangre se encuentra bien físicamente y reúne los parámetros necesarios para la extracción. Un médico, además, controla siempre todas las donaciones por si se produce algún problema.