Miguel Rodilla es profesor del Departamento de Ingeniería Hidráulica y Medio Ambiente del Campus de Gandia de la UPV, y forma parte del Instituto de Investigación para la Gestión Integrada de las Zonas Costeras (IGIC).

¿Como valora la iniciativa de Gandia y la Cofradía de Pescadores de recoger medusas a primera hora de la mañana estos meses de verano?

Es una medida que ayuda a mantener las zona de baño con menos ejemplares. Sin embargo, las medusas se mueven principalmente con las corrientes. Por tanto, la recogida en un lugar lo libera de su presencia sólo temporalmente, puesto que continuarán llegando desde otras zonas limítrofes o desde mar adentro.

¿Se puede saber cómo evolucionarán los bancos de medusas este verano, y si desaparecerá o no la carabela portuguesa?

Las predicciones fiables sobre la abundancia de medusas en una zona concreta de costa son muy difíciles de realizar, ya que su presencia y abundancia depende de muchos factores y muy variables. No tenemos datos fiables sobre la abundancia de pólipos que dan lugar a medusas, ni sobre su estado de desarrollo. Además, las medusas pueden verse fuertemente afectadas por fenómenos de competencia con los peces y por tanto dependerán de la abundancia otros organismos. La evolución temporal del plancton condiciona el momento en el que las medusas serán perceptibles y eso implica variaciones temporales y espaciales muy fuertes. Respecto de la carabela portuguesa, que no es una medusa típica (un escifozoo) sino un hidrozoo colonial, no es una especie habitual en el mar Mediterráneo. Su presencia está generando mucha alarma, pero en nuestras costas tenemos medusas tan peligrosas como esta, aunque más difíciles de localizar y suelen pasar desapercibidas, excepto para los socorristas que atienden sus picaduras. Las carabelas son fáciles de ver por su flotador, un pólipo cargado de gas que emerge sobre la superficie.

¿Hay relación entre la contaminación y las medusas?

Influyen varios factores. Sabemos, por ejemplo, que determinadas estructuras de polietileno en el mar favorecen la presencia de algunas especies de medusas ya que sobre estas se desarrollan más pólipos. La regresión de las tortugas tiene importancia, pero no más que la disminución de pez luna, de pequeños peces y moluscos pelágicos y de otros muchos organismos marinos que mantienen el equilibrio del ecosistema.

¿Se estudian las medusas en el Campus de Gandia de la UPV?

Estudiamos los procesos biogeoquímicos de la zona costera, que incluyen a las medusas como un elemento más. Las medusas forman parte del plancton y se alimentan fundamentalmente del mismo plancton de menor tamaño. Al final son las entradas de nutrientes a las zonas costeras y los desequilibrios en las relaciones tróficas del sistema pelágico y bentónico las que permiten o favorecen la abundancia de medusas y las escasez de otras especies.