Una consecuencia inmediata de la alarma provocada este verano por la carabela portuguesa es que por primera vez se adoptará en las playas de la Safor la bandera blanca que alerta de la presencia de medusas, una enseña que ya se había introducido en otras zonas en temporadas anteriores como Alicante. Los gobiernos de Gandia y Oliva celebraron esta semana sendas reuniones con Cruz Roja, Policía Local y otros agentes para poner al día el protocolo antimedusas. La playa de Tavernes de la Valldigna fue la primera de la Safor donde se avistaron carabelas, a mediados de junio. En Gandia aparecieron dos ejemplares el miércoles pasado por la tarde en la playa Nord, cosa que obligó a cerrar al baño un tramo durante media hora. Esa misma tarde una niña de dos años fue atendida por una picadura, pero ni Cruz Roja ni la Conselleria de Sanidad han podido determinar que fuera de carabela.