Al salir de Beniopa, y nada más enlazar con la vieja carretera de Gandia a Barx, se podía vadear el barranco de Beniopa con el fin de enlazar con el camino denominado Racó dels Frares. Nada más acceder a dicho camino nos encontramos con las alquerías del la Marquesa de Vallier y la conocida popularmente como «La Cómica». Bordeando el tapial de las tierras de la marquesa y del marqués de Montortal se encontraba la alquería en cuestión, cuyo titular era Vicente Climent Sancho, posteriormente conocida como la del tío la Kota.

Rezan las crónicas de la época que domingo 9 de septiembre de 1928, recién inaugurado el oratorio en la planta baja de la alquería, tuvo lugar una hermosa y simpática fiesta con motivo de la celebración de la primera comunión de todos los niños de la citada partida. El oratorio fue inaugurado el 2 de agosto de ese año. Invitados por los titulares de la propiedad, los días previos acudieron la mayoría de los vecinos de la zona predicando el coadjutor de la Colegiata, el Sr. Songel.

El domingo 9 a las 10 de la mañana se formó a la comitiva infantil que iba precedida por unos ángeles. Después recorrieron los pasillos circundantes de la alquería, artísticamente adornados, y acompañados por la música de la laureada banda municipal de la ciudad.

Entre lágrimas, sonrisas y exclamaciones de entusiasmo por los presentes, penetraron los comulgandos al interior del oratorio, el cual se encontraba engalanado como nunca.

La misa fue oficiada por el citado coadjutor, y las señoritas Climent Lloret ejecutaron magistralmente inspirados motetes.

Dicho día llegaron a comulgar 103 de las personas presentes. Terminada la plática final se impuso a todos los concurrentes la medalla escapulario, saliendo los pequeños al patio donde fueron recibidos por sus padres. Por la noche se organizó una fiesta muy vistosa, incluyendo una pequeña procesión dedicada al Sagrado Corazón de Jesús que fue recorriendo todas las tierras de los Marqueses de Montortal y de González y la de los acaudalados señores Morant Merlé y Lombard, llamando la atención a las 300 personas que tomaron parte.

Los niños y niñas que tomaron la primera comunión iban con faroles confeccionados para ellos, precedidos por figuras de ángeles. Al entrar la imagen en el oratorio la banda interpretó la Marcha Real, finalizando el acto con un larga traca.