Si algo va a estar muy presente este ejercicio en el reinado de Júlia Perles Moncho y Laura Puig Martí, las Falleras Mayores de Gandia del 2019, va a ser el mar. No podía ser menos para dos máximas representantes que vienen de donde vienen: El Grau. Con todo lo que ello significa para los que nacieron y viven allí, con toda la esencia de un distrito que sigue teniendo sentimiento de pueblo.

La «demanà» de Júlia, la noche del pasado sábado en el Palau Ducal, fue una muestra de que el barrio marinero de Gandia es más fallero que nunca. Fue un acto especial, que, además, coincidía con el fin de semana en que se celebran las fiestas del Grau. Mejor, imposible.

Rodeada de familiares, amigos, su corte de honor y las reinas y presidentes de todas las comisiones falleras de la ciudad, Júlia accedió al Saló de Corones para formalizar su aceptación al cargo de Fallera Mayor Infantil de Gandia. La pregunta se la hizo la alcaldesa de la ciudad, Diana Morant. Como testigos, sus padres, y el presidente de la Federació de Falles de Gandia, Telmo Gadea.

Fue entonces cuando la niña pronunció sus primeras palabras. Arrancó, precisamente, haciendo referencia a sus raíces marineras: «Cuando me levanto cada mañana, tengo un privilegio que pocas personas pueden tener: Veo el mar desde nuestra casa». Júlia, en referencia a ese origen, indicó que «Así me he criado yo y todos mis antepasados. Tenemos sangre marinera y el salitre corre por nuestras venas. La espuma blanca de las olas golpea nuestra piel desde siempre», señalaba orgullosa.

Desde ese punto de partida, la niña realizó una analogía en que comparó lo que le espera durante el año que ahora empieza con el trayecto de un barco: «Los invitados al viaje somos las reinas y presidentes, los niños y niñas de la corte de honor y yo misma. Nosotros estamos, no para trabajar en la cubierta, sino para disfrutar del viaje, haciendo todas las escalas necesarias para pasarlo genial», señaló. La máxima representante infantil se mostró dispuesta a atracar en cada puerto que se le presente en este trayecto. «En el del Sopar de Germanor, las paellas, desembarcar en el festival infantil, anclarse a la cabalgata infantil, amarrar a los días de fallas. En definitiva no queremos perder ni un instante de este crucero de la alegría».

Júlia animó a todos los «viajeros y tripulantes de este viaje a ir juntos de la mano hasta el día de la cremà, donde el agua dejará paso al fuego». Y fue entonces cuando tuvo un afectuoso recuerdo para su comisión. «Y en el momento de la ´cremà´, retomaré el viaje de vuelta, mi viaje a Ítaca, en el Grau. En la tierra que me vio nacer, a la falla que tanto me colma el alma con cariño y afecto». Aunque recordó que «para ese regreso todavía quedan muchos, muchos días».

De las primeras en felicitar a Júlia fueron la Fallera Mayor, Laura Puig, y las máximas representantes del 2017, Sara Sanvíctor Beneito y Nuria Llopis Carrasco, así como la alcaldesa de Benirredrà, Loles Cardona, también presente en cada acto de las Fallas de Gandia.