Las tropas moras, con la filà capitana Marràqueix al frente, entraron ayer majestuosamente en Oliva. El boato de la capitanía, deslumbrante y emotivo, encantó a las miles de personas que lo contemplaron a lo largo de su recorrido. Con más de 600 participantes pudieron contemplarse, entre otros atractivos, tres grupos de baile, música, 18 camellos y tres grandes carrozas. Simulaba la marcha desde las dunas del desierto al mar por las tropas árabes.

Abrió el desfile la abanderada, Marina Mañó, a camello, seguida por el prestigioso grupo de percusión Raval Jussà, que dio paso al escudo de la capitanía a caballo, la plataforma con humo de esencias, la escuadra «Guardians de l´Essència», con Joan Mata al frente, la escuadra «Guerrers del Desert» y la banda de música del Palomar, seguida por el prestigioso ballet de Alícia Montava, Scincus, y el Grup de Xirimiters de l´Alqueria de la Comtessa.

Una caravana de mercaderes con seis camellos más cargados de productos varios y el Grup de Xirimiters de Daimús interpretando «Éxodo» dio paso a un espectáculo ecuestre que precedía a la carroza del embajador moro, Vicent Roig, recreando un oasis.

La ambientación musical la puso la Associació Artístico Musical de Oliva, que interpretó la pieza «20 de març» de Francisco Valor. Las chicas portadoras de los faroles y los parasoles daban paso a dos caballos bateadores, la escuadra «La Tempesta del Desert» y la escuadra «Vent del Sud», así como La Contrabanda, interpretando «Fester» de Saül Gómez.

Tras un harén de palacio y diez camellos, el boato continuaba con el ballet de la danza oriental con las «xirimites» y la carroza de la favorita, Maria Rosario Gea, seguida de la banda de música Ben Bons interpretando «Guàrdia Jalifiana», de José Pérez.

Las plataformas con velas de los escudos de la filà y de la capitanía dieron paso a los marineros con remos, la escuadra Tarik, la escuadra «Mussa» y la banda de música de Benigànim, que interpretó «Ferrer Capità» de Salvador Mont Arnal. La simulación del mar, mediante telas de diez personas y músicos con sonidos marineros de Rafal Jussà dieron paso al Master Ballet, de Ontinyent.

Marràqueix rindió un homenaje al recientemente fallecido Rafael Boronat con un caballo de respeto. Siguió la escuadra especial del capitán, «Els Negres Meus», con Juan Mata y Salvador Mañó al frente interpretando «Guardia Jalifiana» de José P. Vilaplana, y el «Jove Guerrer a Cavall», sobrino del embajador con el traje de su capitanía, la guardia del capitán, el camello de respeto y la impresionante carroza del capitán moro, Vicent Tercero, una embarcación con tres piezas movibles. Subidos a la misma los músicos de la Banda Tropical de Benigànim, que estrenó la pieza «A la mar», de Saül Gómez, regalo de los primos del capitán.

Finalmente, la carroza con los más pequeños de la filà, la babucha, la escuadra de jóvenes y el Grup de Xirimiters de Daimús, que interpretaron «Xavier el Coixo», de J.R.Pascual Vilaplana. Seguidamente, el «cap batedor», Vicente Llopis, las escuadras oficiales de mujeres y hombres y la Banda de Ador, que tocó «El salt del bou», de Saül Gómez, y un plafón.

Desde el palco de autoridades presenciaron el desfile el presidente de Les Corts, el olivense Enric Morera, el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, y la vicepresidenta de la Diputación, Rebeca Torró.

Por parte de la Federació de Moros i Cristians abrió el desfile Vicent Benito junto a la Colla Sarabanda de Oliva. Héctor Moreno, el abanderado de Almoràvits, capitana de 2019, dio paso a la cartelería del 25 aniversario. Tras él completó la comitiva el resto de filaes con sus respectivos abanderados: Tàifes con Aina Perea; Mudèjars con Zara Cabrera; Moriscos con Àlex Ardid y la filà Tuàreg con Ferran Arnal.