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Un error de 800 arrobas

Una juez absuelve a un cabo de «cuadrilla» y a una empresa de Tavernes por «collir» de forma equivocada una parcela que no correspondía El dueño les denunció por robo y solicitó cárcel

Cajones llenos de naranjas recolectadas. levante-emv

La titular del juzgado de lo penal número 1 de Gandia ha absuelto al cabo de una cuadrilla de «collidors» y al encargado de un almacén de naranjas de Tavernes de la Valldigna de los delitos de hurto y recaptación de los que el dueño de un huerto de Palmera acusaba al considerar que le habían robado la cosecha.

Los hechos se remontan al 16 de mayo del 2012. Ese día, un grupo de cuatro personas, a la cabeza de los cuales estaba el cabo acusado, se encontraba trabajando en un campo de naranjas de Palmera, cuando, «por error, siguieron recogiendo naranjas en la parcela agrícola de al lado», según apunta la resolución judicial. Este género fue vendido a un almacén de Tavernes de la Valldigna, a quien el propietario de la parcela acusa de un delito de recaptación.

En la vista, tanto el jefe del grupo como uno de los trabajadores alegaron que «ambos campos parecían el mismo» porque no había delimitación entre ambos, lo que llevó a la «cuadrilla» a «recoger también las naranjas del campo equivocado», indica la sentencia.

Fue una persona a la que el propietario de la parcela tenía contratada para trabajar la tierra la que se dio cuenta al acudir al lugar de que los trabajadores estaban recolectando el campo equivocado. Este, al llegar, les pidió que dejaran de «collir». En ese instante, el cabo de la «cuadrilla» no se encontraba allí, por lo que fue avisado por uno de los otros tres compañeros. Al llegar allí, este se puso en contacto con el dueño de la parcela, el denunciante, para explicarle el error «pero no hubo entendimiento», según indica la sentencia.

Tanto el dueño como el encargado de trabajar la tierra indican, en contraposición a lo que apuntaba el acusado, que sí que existe separación entre las tierras y que, de hecho, hay un camino entre las dos parcelas y también una pequeña pared que las delimita.

Ante las versiones encontradas, la juez indica que «resulta verosímil su versión (la del acusado) de haberse equivocado» y lo justifica preguntándose «qué sentido tendría haber pedido el número de teléfono del propietario a fin de darle explicaciones y llegar a un acuerdo», apunta la sentencia.

La magistrada, por tanto, considera que no existen «elementos probatorios suficientes» para condenar al considerar que no actuaron «con intención de obtener un beneficio económico ilícito a costa de lo ajeno». La jueza, por tanto, da validez a los argumentos de uno de los acusados, el jefe de la «cuadrilla», quien asegura que se llevaron la fruta «por error».

Recurso contra la sentencia

El denunciante, que pedía 18 meses de prisión para los acusados, explicó ayer a este periódico que su abogado está preparando un recurso porque «tanto el cabo como el encargado del almacén se iban pasando la pelota». Según apuntaba «uno decía que la había recolectado por error y que la había vendido a este comercio de Tavernes, pero el del almacén me decía que allí no había entrado la naranja». Esa incongruencia fue, señalaba, «lo que me llevó a denunciar».

Los acusados se llevaron unas 800 arrobas de naranjas, prácticamente toda la parcela que tenía cultivada el denunciante y que en aquel entonces podrían tener un valor de mercado entre los 2.000 y los 2.400 euros, según calcula. «Yo no quería el dinero, lo que quería era que me devolvieran las naranjas, pero no lo conseguí», señalaba ayer.

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