Podrá ser todo lo amistoso que se quiera, pero, finalmente habrá un proceso administrativo para fijar la línea que separa los términos municipales de Gandia y de Xeraco por su extremo noreste. Es decir, la playa que en Gandia se conoce como de l'Auir y en Xeraco como del Corriol.
Un año después de que surgiera la polémica sobre la titularidad administrativa de ese espacio, el pleno corporativo de Xeraco aprobó la noche del lunes, por unanimidad, la apertura de un proceso para amojonar los límites con Gandia.
La zona en litigio, que los dos ayuntamientos consideran de su término, comprende alrededor de 150.000 metros cuadrados en una franja de 700 metros desde la desembocadura del río Vaca hacia el sur. El límite interior son las dunas litorales y los campos agrícolas.
Resumiendo la situación, Gandia considera que su término finaliza en la desembocadura del Vaca, casi en la zona urbana de la playa de Xeraco. Pero el vecino del norte interpreta, por documentos antiguos y por testimonios de personas de avanzada edad, que la línea divisoria está unos 700 metros más al sur. Esa discrepancia se basa en que, hace cien años, el límite lo establecía el canal de desagüe del río Vaca, que desde entonces se ha movido hacia el norte considerablemente.
Intereses económicos sobre esa zona hay pocos. Salvo algunos campos abandonados en la franja más a poniente, todo ese terreno es dominio público marítimo-terrestre, y cualquier cosa que allí se pueda hacer, de la que está excluida cualquier actuación urbanística, necesita el visto bueno del Ministerio de Medio Ambiente.
Durante las últimas décadas Gandia ejerció su «potestad» sobre la playa. Incluso en 2012 el ayuntamiento situó allí la playa apta para perros, lo que generó el rechazo del Ayuntamiento de Xeraco, que llegó a cortarle los caminos de acceso que pisan su término.
El verano pasado Xeraco colocó allí los carteles anunciando que aquello era su término, pero Gandia mantuvo los servicios de limpieza y la colocación de elementos turísticos. El conflicto apenas llegó a visualizarse cuando la Policía Local de Gandia tuvo que intervenir ante la desaparición de una señal de «playa naturista» situada en la zona en litigio. Tras el incidente, Gandia suspendió una reunión que tenía prevista con Xeraco para abordar el tema.
Ahora, después de que Xeraco lo solicitara, el Institut Cartogràfic Valencià ha emitido un informe que, a criterio de este ayuntamiento, avala que esa franja está en su término. Pese a todo, ese instituto de la Generalitat reconoce la «incertidumbre existente» y se ofrece a mediar entre los dos municipios para dejar las cosas claras y marcar el límite de términos.
Con todos esos argumentos, ahora de las palabras se pasa a los actos administrativos y Xeraco abre un proceso que, a mediodía de ayer, Gandia todavía desconocía. Desde este momento entran en juego las instituciones y seguramente se elaborarán informes técnicos por las dos partes para intentar demostrar que esa playa es suya. Si el conflicto se mantiene, la cuestión pasaría a la presidencia de la Generalitat, siempre con la posibilidad de que, al final, este pequeño conflicto territorial acabe en los tribunales.
