Encerrados en el coche y expuestos a las altas temperaturas que acechan estos días en la comarca de la Safor. Así fallecieron cuatro perros a los que sus dueños dejaron en el maletero del coche para salir de «tapeo» por los locales de la playa de Gandia.
Los hechos tuvieron lugar la madrugada del jueves en el aparcamiento del parquing de Bacarrá. Los animales, un rotwailer adulto, que «prácticamente ocupaba todo el maletero», un podenco adolescente y dos cachorros de pitbull, fueron vistos sin vida por varias personas a eso de la una de la madrugada de ayer, jueves. Cuando los propietarios del coche llegaron al lugar y comprobaron que los animales se habían asfixiado por el fuerte calor y, probablemente, la falta de oxígeno en el maletero, que carece de ventilación, intentaron reanimar a los animales y fue eso lo que llamó la atención de los transeúntes, que avisaron a las autoridades.
Una llamada a la Policía Local de Gandia advirtió de la necesidad de realizar una «reanimación» en ese lugar, pero los agentes no pensaron que se trataba de intentar devolver a la vida a los cuatro animales, sino a una persona, según indicaron fuentes conocedoras del tema.
Los dos propietarios manifestaron a los agentes que habían llegado desde la localidad de Canals para pasar el día en Gandia con los cuatro perros y que por la noche estuvieron entre media y una hora de tapeo, dejándolos encerrados en el maletero.
Maltrato animal
Para certificar la muerte de los cuatro perros, hasta el lugar se desplazó una veterinaria de la empresa Seproanimal, que es la que se encarga de gestionar la recogida de animales en la ciudad de Gandia.
La policía, ante estos hechos ha iniciado dos procedimientos paralelos contra los dueños de los animales. Por una parte, instruido la correspondiente multa por una infracción grave, que puede suponer el pago de entre 6.000 y 18.000 euros de multa y, por otra, ha remitido el informe a la Policía Nacional al considerar que los dos hombres, de mediana edad, podrían haber cometido un delito de maltrato animal.
