La nutria desapareció prácticamente de los ríos valencianos. En 1984 fue considerada como especie gravemente amenazada. El problema era general: se extinguió en países como Holanda o Suiza, y a punto estuvo en Italia, Francia, Alemania o Suecia. La caza, la mala calidad de las aguas y la proliferación de infraestructuras duras en los cursos fluviales fueron las principales causas.

Aunque los estudios antiguos no eran tan sistemáticos como los actuales, algunas fuentes señalan que en el Serpis ya no quedaban nutrias en 1950. Varias generaciones de vecinos de la Safor no han visto una en su vida.

Pero tal como se fueron han vuelto. La recuperación en el centro y oeste de la península ibérica está siendo espectacular, aunque menos en el Mediterráneo. Con la aparición, en marzo pasado, de rastros en la cuenca alta del Serpis, y el hallazgo de este fin de semana en Villalonga, las expectativas son muy buenas para este mamífero semiacuático en la comarca.