«Todos corríamos, nos empujábamos y nadie sabía lo que había pasado», recuerda Aina Toledo,una vecina de Simat de la Valldigna, que resultó herida el pasado martes durante la celebración del tradicional «Enterro del gos». En ella, participaban un grupo de vecinos del municipio de distintas edades. Junto a Toledo, otras catorce personas fueron atendidas por varias ambulancias que se dirigieron al lugar, aunque solo cinco de ellas fueron trasladadas a distintos centros hospitalarios para ser atendidas.

Los hechos ocurrieron cinco minutos después de que se iniciara esta procesión, cuando se dirigían a la Font Gran, lugar en el que, año tras año, los jóvenes se bañan para despedir las fiestas patronales.

La joven se hallaba junto a sus amigas cuando la chispa de uno de los cohetes «borrachos» que llevaban los participantes, entre los que se encontraba ella, cayó en la caja en la que se guardaban el resto de artículos pirotécnicos. «Parece que dejaron la caja allí y al explotar nos afectó a todos los que estábamos cerca», relata a este periódico.

«Recuerdo que estaba todo lleno de humo, veía a la gente correr y, al intentar salir, caí al suelo y un petardo me alcanzó en el estómago» explica esta vecina que sufrió una quemadura en esta zona y varias heridas. La joven explica que al levantarse «vi a la gente llena de quemaduras y enseguida vinieron dos ambulancias y la policía».

Toledo señala que «no había seguridad, la gente nos echó la culpa por llevar las cajas y no creo que se haga más esta fiesta». Por ello, destaca que «estamos bien para lo que hubiese podido pasar».

La joven explica que el «Enterro del gos» es una actividad que se celebra todos los años y, en ella, algunos jóvenes disfrazados «llevan un perro de peluche encima de una tabla», pero «nunca había pasado nada».

Otra de las heridas fue una menor del municipio, que sufrió «una quemadura en la pierna, que es la más fuerte, y otra más superficial en el muslo», señala su madre. «La ambulancia la llevó al centro de salud de Tavernes de la Valldigna para tratar de sacarle la pólvora y tiene que ir todos los días a que la curen», explica. La madre de la herida afirma que «mi hija va todos los años a esta celebración y siempre hacen este 'correfocs', este año ha sido un accidente y no sabemos de quién puede ser la culpa».

Por su parte, desde el Ayuntamiento de Simat señalan que «el año pasado ya utilizaron este tipo de cohetes y la situación fue normal, pero el problema ha sido el fuerte viento que se produjo».

Varios participantes declararon ayer ante la Guardia Civil para esclarecer los hechos. «Si la Guardia Civil considera que somos responsables tendremos que hacernos cargo, pero hay que ver de quién es la culpa», señala el alcalde en funciones, Vicent Ribera.