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Una plaga de larvas de la galeruca del olmo ataca a los ejemplares de Gandia

El ayuntamiento afirma que ya está tratando los árboles afectados por este coleóptero, un insecto que daña las hojas de la copa y puede contagiar la grafiosis, una enfermedad mortal

Una plaga de larvas de la galeruca del olmo ataca a los ejemplares de Gandia

La voz de alarma la dieron ayer por la mañana algunos vecinos de la calle del Tossal de Gandia, enfrente de la estación de Renfe. Los troncos de los olmos estaban repletos de orugas, y las copas de los árboles, amarillentas y manchadas. Pero sobretodo, los vecinos destacaban la gran cantidad de gusanos que se veían en el suelo, en las aceras de esta calle peatonal. «No sé desde cuando está esto así», explicó un hombre a Levante-EMV mientras paseaba a su perro, «pero vi a los jardineros municipales que hablaban del tema y contaban los árboles de esta calle que están afectados».

La mayoría de ejemplares de la calle del Tossal son olmos, y el insecto que los está dañando es la galeruca del olmo (Xanthogaleruca luteola), según fuentes consultadas por este periódico y confirmadas posteriormente por el ayuntamiento. Se trata de un escarabajo defoliador que ataca fundamentalmente a esta especie de árboles. Tanto en su fase de larva como de adulto, este insecto ingiere los brotes y las hojas de la copa, obstaculizando así las funciones vitales de los árboles, como la fotosíntesis, y debilitándolos.

Las larvas son muy activas a finales de la primavera y en verano, y para transformarse en adultos, se esconden a pie de árbol o en la corteza, aunque también en el interior de las casas o en las grietas de los edificios. Una vez realiza su metamorfosis, el coleóptero adulto suben de nuevo a la copa y repite el ciclo reproductor, Cada hembra pueden llegar a poner hasta 800 huevos en las hojas.

«Es una plaga que viene y va y solo ataca a los olmos», explica a Xavier Ródenas, concejal de Gestión Responsable del Territorio. «Este año hay mucha, y estamos tratando a los árboles desde hace un par de meses», agrega. En Gandia la población de olmos no es muy numerosa y está localizada.

En el carril bici, también

«Hemos dado tratamiento a los olmos del IES Tirant lo Blanch», explica el edil, «y en la carretera del Grau, en el carril bici, hay un tramo donde hay de bien gordos».

Normalmente, tras sufrir la plaga el árbol se recupera. «El olmo es caducifolio y la hoja suele responder bien al ataque del año anterior». «El problema», advierte Ródenas, «es que la galeruca puede contagiar una enfermedad llamada grafiosis». «Si se infecta el árbol, este puede morir en poco tiempo», lamenta Ródenas. «Así es como han muerto muchos olmos singulares de la península», concluye el concejal. Los expertos consideran que la colaboración ciudadana es vital para detectar esta plaga y controlar su expansión.

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