Paso a paso, la situación del paro en la comarca de la Safor quiere parecerse al aspecto que tenía antes de la crisis. Será complicado, es cierto, volver a los mismos niveles. Estando en estos momentos el desempleo en su umbral más bajo desde 2009, aún está en más de 4.000 personas por encima de como se encontraba en julio del 2008, cuando no llegaba a los 9.000.

Esto, en cifras, significa que durante el mes de julio de este año había inscritos en las listas del Servef, el servicio que gestiona cuestiones de empleo y que depende de la Generalitat, un total de 13.082 parados. Desde el 2009 no se había registrado una cifra tan baja en la comarca de la Safor. Ese año se alcanzaron los 14.372.

Respecto al mes anterior, la comarca se apunta una bajada que suma 309 personas, lo que significa un 2,3% menos. En términos anuales, en las listas autonómicas de desempleados había inscritas en julio de este año, 621 personas menos que en el mismo periodo que el pasado 2017. Si se buscan registros de más atrás, en julio del 2016 había 15.153 parados, por lo que, en dos años, se acumula una bajada de más de 2.000 personas que se encontraban esperando un empleo.

Eso sí, un dato que no cabe dejar pasar y del que ya se ha hecho eco este periódico en otra ocasión es la ralentización del descenso del paro. Es decir, aunque las cifras siguen mejorando, en los dos últimos años lo hacen en mucha menor medida, lo que puede derivar en un estancamiento que, con las cifras actuales, ningún experto desea aún. Este fenómeno viene dado por que durante los años más crudos de la crisis, el número de desempleados creció de forma desproporcionada hasta acercarse a los 20.000 en la comarca de la Safor. Durante los primeros años de la recuperación se absorbieron la mayor parte de esos puestos de trabajo que se perdieron por la falta de mano de obra y eso está provocando el estancamiento al que ahora se tiende.

En todo caso, no hay que olvidar cómo se ha llegado a esta situación. Si bien julio del 2018 registra la cifra más baja de parados de la última década, no es ningún secreto que la estacionalidad del empleo está, en parte, detrás de esta situación. Es el mismo fenómeno que provocará que en agosto y septiembre empiece a subir para volver a bajar de cara la campaña de Navidad.

Por municipios, en Gandia apenas han salido de las listas del paro 80 personas, situándose a finales del mes de julio en un total de 6.379, cuando hace un mes había 6.459. Se trata de una cifra más bien escasa tratándose, como es el caso, de la ciudad turística más importante de toda la comarca y toda vez cuando se ha situado, durante la segunda quincena, como la que ha experimentado un mayor incremento de la ocupación.

En Oliva y Tavernes de la Valldigna también ha disminuido el paro. En el caso de la primera ciudad han salido de las listas de demandantes un total de 52 personas. Esta ciudad acumula 1.857 desempleados. En Tavernes, la bajada en julio ha sido de apenas 37 personas según las cifras que ofrece el Servef. En total, en este municipio se ha cerrado el mes con 1.331 parados.

En el plano de las contrataciones, a lo largo del pasado mes de julio se registraron un total de 8.564 altas, una cifra muy parecida a las 8.648 altas del pasado mes de junio. Como publicó este periódico, el nivel de contrataciones este año ha estado sustancialmente por debajo al de anteriores campañas estivales. La gran mayoría de las altas, como es tradicional, eran de carácter temporal (8.009).