El mercado inmobiliario de la comarca de la Safor ha empezado el año con la misma buena salud como lo acabó en el 2017. La venta de viviendas parece desatada y no para de crecer hasta llegar a niveles que se aproximan a los meses previos a la crisis. Eso, además, en un contexto en el que el alquiler está en auge, tan desbocado que resulta muy complicado encontrar un piso o casa para poder entrar a vivir de forma inmediata, obligando a quienes buscan una vivienda para arrendar a estar meses pateándose inmobiliarias hasta poder encontrar una oportunidad.

El Ministerio de Fomento acaba de hacer público el informe que recoge trimestralmente el número de transacciones inmobiliarias registradas en cada uno de los municipios de la comarca.

Entre enero y marzo se vendieron un total de 745 pisos y casas. Esta cifra supone el mejor arranque de los últimos diez años.

Hay que remontarse hasta el 2008 para encontrar, en el mismo periodo, unos números que se le parezcan. Entonces, se llevaron a cabo un total de 755 operaciones, apenas diez más que este año.

Si se compara con el mismo periodo del 2017, el incremento es del 12%, lo que en cifras absolutas suponen 90 viviendas más vendidas en el primer trimestre de este año respecto al anterior. El pasado año se cerró con la venta de un total de 3.092 viviendas.

De ese modo, la compraventa de viviendas de la Safor acumula ya seis años consecutivos de crecimiento, al menos en lo que al primer trimestre del año se refiere. Cabe tener en cuenta que el arranque siempre suele ser más flojo y que las transacciones aumentan según van pasando los meses. En este caso, si la tendencia sigue en crecimiento, el 2018 podría acabar en cifras récord para lo que se venía cosechando en años anteriores. No hay que ir más lejos. El año 2013, posiblemente uno de los más duros de la crisis para las familias, el primer trimestre se registraron un total de 284 transacciones inmobiliarias.

Las cifras globales de venta de viviendas en la Safor esconden una realidad que se viene repitiendo desde que empezó la recuperación. El parque que mayor salida tiene es el de segunda mano. Eso supone un cambio de tendencia respecto a lo que ocurría antes de la crisis cuando una nueva promoción se solía vender en apenas unos pocos días.

En el último informe de Fomento, apenas 93 viviendas son de nueva construcción, lo que supone apenas el 12% del total.

Centrándose en el detalle, en este periodo llama la atención el caso de Daimús, que registra uno de los mayores registros de venta de viviendas de su historia con 49. La capital comarca, Gandia, reduce ligeramente sus datos, al pasar de 376 del último trimestre del 2017 a las 312 del primero de este año. De hecho, está incluso por debajo del arranque del año pasado, cuando se registraron 325.

Oliva sí que crece, al pasar de 96 entre enero y marzo del 2017 a 148 del primer trimestre de este año, mientras que Tavernes de la Valldigna se apunta un total de 60 transacciones este primer tramo del año.

Los municipios más pequeños siguen en su particular letargo. Alfauir, Almiserà, Castellonet de la Conquesta no registran ninguna transacción, mientras que Llocnou o Beniflà registran dos ventas de viviendas en el primer trimestre.