El Gobierno local de Tavernes de la Valldigna, de Compromís, se ha mostrado dispuesto a estudiar algunas de las propuestas que quiere presentar la nueva plataforma vecinal que se ha creado en la playa contra el ruido que generan los festivales, especialmente el Iboga. La idea del consistorio es «buscar un equilibrio», sin necesidad de «cargarse la playa», es decir, sin que el municipio deje de albergar actividades.

El concejal de Festivales, Josep Llàcer, explicó ayer que los promotores de la iniciativa vecinal ya estuvieron en el ayuntamiento hace unos días explicando cuáles eran sus reivindicaciones y también invitando al propio edil a participar de la reunión que tuvo lugar la tarde del pasado martes en la capilla de la playa con la participación de un centenar de personas. Llàcer declinó la invitación al considerar que su presencia podría derivar en un «escarnio público» hacia su persona pero se comprometió a, una vez recogidas las demandas de los vecinos, recibirles en el ayuntamiento y estudiar sus propuestas. El edil explicó, en conversación con Levante-EMV, que su postura al respecto no ha cambiado ni un ápice tras iniciar su andadura la plataforma. Sin embargo, lamentó que «algunas de las quejas de las que se hablaron en la reunión no son exactamente las que me trasladaron a mí». Se refería Josep Llàcer a cuestiones que van más allá de los festivales como son el ruido del cine de verano, las actividades deportivas de la Goleta, las concentración motera o los actos que organizan entidades en la zona norte del casco urbano de la costa vallera. «No puede ser que empiecen a quejarse de todo», señalaba. «La playa debe tener opciones de ocio y ambiente, porque si dejamos de hacer todo lo que molesta, la gente dejará de venir a la playa de Tavernes, ya que no habrá ningún aliciente que pueda atraer al turista», indicaba.

La amenaza de demanda

El edil, en todo caso, insiste en que hay «buena voluntad» por parte del ayuntamiento para «conciliar las dos posturas», siempre y cuando, aclaró, «también haya una buena voluntad por su parte, porque si empiezan con amenazas de demandas judiciales no es la mejor manera de llegar a un entendimiento». Se refería el edil a la petición que hicieron algunos de los presentes en la reunión, que abogaban acudir directamente al juzgado, en contra del criterio de los precursores del movimiento vecinal, que estaban más por la labor de entablar un diálogo con la administración local en primera instancia y esperar a la respuesta el ayuntamiento para actuar de forma más contundente.

Josep Llàcer recuerda que «hay un importante sector de la población que defiende los festivales», por lo que cree que «hay que poner en una balanza los aspectos positivos y negativos». Considera que el hecho de que la playa de Tavernes sea sede de festivales supone «diferenciarnos de otros destinos como Gandia o Cullera» «para que la playa funcione».

El concejal insiste en que «nosotros siempre escuchamos a los vecinos y queremos mejorar» y pone como ejemplo el hecho de que, tras la petición de otros años, se ha mejorado el acceso de peatones y vehículos en la zona del Iboga. «Estamos trabajando para evitar al máximo las molestias», sentenciaba.