El Mediterránea Festival abrió sus puertas ayer a los más de 8.000 asistentes que disfrutaron de la primera jornada de esta primera edición de música indie-rock celebrada en la playa de Tavernes de la Valldigna. Los festivaleros, que pasarán estos tres días en la costa del municipio, provienen de distintos puntos de España y la mayoría de ellos señala que se enteraron de este evento gracias a las redes sociales.

No obstante, los campistas estuvieron cerca de dos horas esperando para poder entrar a la zona de acampada, ya que, a pesar de que la organización señalaba que la apertura de puertas se iniciaría a las 12 de la mañana, los visitantes no acondicionaron sus pertenencias hasta las 14 horas.

Algunos presentes destacaron «la mala organización, ya que llevamos más de dos horas para que nos coloquen la pulsera y poder entrar». Además, señalaron que «las zonas de acampada de los festivales suelen abrir un día antes para que la gente se pueda ubicar en su sitio y estar más tranquilos». Desde la organización explican que «no hemos indicado bien la hora porque la taquilla se abría a las 12 y la gente ya quería entrar, pero no podían hasta las 14».

A pesar de ello, afirman que «esperamos pasarlo bien y hemos venido porque queremos ver a Beret y es el único concierto que realizaba cerca de donde vivimos».

Un par de jóvenes también reclamaron a la organización el hecho de haber estado esperando más de una hora para que les vendiesen las entradas en taquilla, ya que «decían que era a partir de las 12 cuando se podía comprar, pero nos indican que todavía no las tienen».

Izal y Dorian, los más esperados

No obstante, los asistentes esperaban ansiosos el inicio del festival, ya que querían ver actuar a algunos de sus grupos favoritos, aunque muchos de ellos afirmaban a este periódico que «habíamos comprado las entradas hace unos tres meses y aún no estaba completo el cartel».

Un grupo de amigos de València llevaba desde las ocho de la mañana para poder entrar al recinto cargados con varias mochilas y algunas neveras, en las que guardaban un poco de comida con el fin de recargar pilas para disfrutar hasta el último día del Mediterránea Festival. «Hay bastantes grupos que nos gustan como La M.O.D.A. o Dorian», señalan. Entre estos jóvenes, se encuentran un par de chicas que acuden por primera vez a un evento musical de estas características, aunque «esperamos mucho espectáculo y buen rollo». Por su parte, el resto expresa que «lo que más nos gusta de los festivales es la organización, que el cámping esté decente y que los conciertos empiecen a la hora».

Muchos de los asistentes provienen de Madrid. Afirman que nunca han estado en Tavernes de la Valldigna ni en un festival cercano, pero «nos enteramos por las redes sociales». Desde la capital también llegan cuatro amigas más que «buscábamos un festival para estar juntas y vinimos sin pensarlo». «Al principio veníamos a lo loco para estar juntas, pero hemos visto que nos gusta el cartel», explican. Este grupo destaca que «nunca habíamos ido juntas a un festival, pero vamos a aprovechar para poder ir a la playa también».

Otras tres amigas llegan desde Ciudad Real y «venimos por algunos grupos en concreto como Izal, Bombai o Beret, aunque tenemos las entradas desde que salieron a la venta». Ellas reconocen que tampoco conocían la zona.

Esta primera edición también cuenta con algunas personas destacadas dentro del mundo de las redes sociales. Es el caso de un grupo de «influencers» que llegan de Gandia y que afirman que «contactamos con la organización porque tenemos muchos seguidores en Instagram, aunque nunca nos habían invitado», explican. «Vimos que se hacía un festival y nos invitaron para que hiciésemos promoción durante estos meses», señala uno de ellos. Esta promoción consiste en «hacer sorteos o subir fotos mencionando al festival».

Además, durante el evento «tenemos que hacer varios vídeos». Una vez finalizado el festival, estos jóvenes se marchan a otro evento en Madrid, aunque primero esperan disfrutar de algunas bandas como Despistaos o Beret.

Actividades durante el festival

Durante estos tres días, más de cincuenta artistas y DJ de estilos indie, rock y electrónica actuarán en el escenario principal y en la carpa con escenario-cabina. Por otra parte, los asistentes cuentan con una zona gastronómica,con comida vegana y para celíacos.

Algunos bares de la zona destacan que «a lo largo del festival viene mucha más gente a consumir que durante el resto del verano, pero la demanda ha descendido más de la mitad porque supongo que el hecho de que haya comida dentro facilita las cosas a los asistentes».

El director del festival, Enric Pellicer, afirma que «el evento pinta bien y está teniendo buena acogida». Sin embargo, no se aventura a confirmar si habrá una segunda edición. «Queremos sacar adelante esta edición y no pensar en nada más», afirma.