La Asociación de Vecinos por la Convivencia, formada por veraneantes de la playa de Gandia que hace siete años se agruparon para luchar contra el ruido y las actitudes incívicas, lamenta que los problemas en esta zona turística sigan existiendo, aunque celebra que, al menos, de todos los partidos políticos de la ciudad, «ninguno quiere que la playa de Gandia se convierta en un Magaluf», en referencia a la conocida localidad mallorquina que protagoniza todos los veranos portadas en los medios de comunicación por el incivismo de los turistas.

En su séptima asamblea, la asociación volvió a reclamar medidas al ayuntamiento, como la «finalización urgente del PAI del ocio», o el «cumplimiento de la sentencia ZAS» de la plaza del Castell, ya que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana declaró esta plaza Zona Acústicamente Saturada «que obligaba al gobierno municipal de Gandia a tomar las medidas oportunas correspondientes, pero el ayuntamiento de momento no ha hecho nada, salvo excusas y mirar para otro lado esperando que se acabe el verano».

Los vecinos también reclaman el cierre de la discoteca Coco-Loco, que «a primero de julio de este año, el Tribunal Superior de Justicia ratificó la sentencia que obligaba al local donde se explota la discoteca al cierre por no tener todas las medidas de seguridad exigidas en la ley». Asimismo, denuncian «nuevamente la pasividad del gobierno municipal ante la práctica del botellón y del escándalo callejero».