La Universidad Católica de València (UCV), no se implantará en Gandia ni en lo que queda de esta legislatura ni en los primeros de la próxima. Las expectativas para que este centro de estudios superiores privado llegue a la comarca de la Safor ha quedado enfriado tras el anuncio de que va construir su campus central en una gran parcela ubicada en la localidad de Burjassot, en el área metropolitana de València.

Según ha podido saber este periódico, en el Ayuntamiento de Gandia no se ha presentado ningún proyecto ni se ha planteado formalmente una negociación sobre la búsqueda de espacios para que la UCV pudiese abrir aquí un campus. Ni siquiera para instalar una delegación para impartir algunas carreras.

El asentamiento de la UCV en Gandia es un tema recurrente desde hace años. En la legislatura 2007-2011 el Gobierno local de José Manuel Orengo no ocultó su deseo de que esta entidad pudiese estar en la ciudad. Incluso se habló de la posible cesión de una parcela municipal en el polígono de Sanxo Llop, junto al hospital.

Pero fue en la pasada legislatura, con Arturo Torró como alcalde, cuando el entonces rector de la UCV, José Alfredo Peris, anunció formalmente el proyecto. Torró también dijo que cederían el antiguo edificio de Correos, en la céntrica plaza del Rei Jaume I, para que pudiese instalar allí su campus o delegación. Tan por seguro se dio ese proyecto que incluso se habló de las carreras que impartirían. Peris dijo que Gandia acogería seis grados: Derecho, Administración y Dirección de Empresas, Economía, Magisterio en Educación Infantil y en Educación Primaria y Enfermería.

Del anuncio se pasó, literalmente, a la nada. Nunca hubo proyecto ni se pudo ceder el edificio de Correos porque ese inmueble ya se había entregado a la Universitat de València por si tenía intención de ampliar sus instalaciones en Gandia. Además, la remodelación del inmueble, para que se necesitan al menos tres millones de euros, complica las intenciones de la UCV.

Año y medio después de las elecciones de mayo de 2015, que dio como resultado la formación del Gobierno local del PSPV-PSOE y la coalición Més Gandia, el cardenal arzobispo de València, Antonio Cañizares, sorprendió con el anuncio público de que la UCV tenía la intención de abrir una sede en Gandia. Lo dijo durante la misa del día de San Francisco de Borja, el 3 de octubre de 2016, lo que dio a pensar que inmediatamente se abriría una negociación con el ayuntamiento.

Eso tampoco llegó a ocurrir, pero el concejal Ciro Palmer sí que ha mantenido conversaciones «discretas» con representantes del arzobispo para conseguir ese fin. Como explicó el propio Palmer ayer a este periódico, a día de hoy no hay nada concretado ni se ha pedido formalmente la cesión de ningún edificio municipal. Palmer señala, pese a todo, que «hay voluntad por parte del arzobispado y del ayuntamiento» en conseguir el objetivo de la que sería la cuarta universidad con sede en Gandia, tras la Politècnica de València, la de València y la UNED, todas ellas de carácter público. La Católica sería la primera privada.

Més Gandia: Financiación privada

En el Ayuntamiento de Gandia existen diferentes sensibilidades sobre cómo una universidad privada debería aterrizar en la ciudad, si bien la cuestión no ha sido tratada formalmente por la inexistencia de una negociación oficial.

El grupo de Més Gandia siempre ha señalado que, al tratarse de una universidad privada, no debe haber una cesión de propiedades públicas. La UCV, por lo tanto, contaría con el respaldo del ayuntamiento para abrir su sede en esta ciudad, pero todos los gastos deberían ser aportados por la entidad que, además de dedicarse a la enseñanza, es un modelo de negocio. Compromís, principal partido de Més Gandia, ya se opuso, junto al PSPV, a aquella idea del PP de ceder solares públicos para levantar colegios privados.