La Colegiata de Gandia acaba de concluir la restauración del bello retablo del Cristo del Amparo, de estilo gótico, y será el abad titular de ese templo, Ángel Saneugenio, el encargado de proceder a su bendición, acto que tendrá lugar en la misa de las 19 horas del próximo sábado.

Esta pieza se realizó después de la Guerra Civil como parte del programa de sustitución de todas las obras que quedaron destruidas por el incendio provocado que arrasó casi todo el arte de la Colegiata y que hundió el ábside.

El retablo es una pieza elegante de bella factura, con una talla de gran calidad, delicada y grácil, pese a su gran tamaño y monumentalidad. Su diseño se corresponde perfectamente con los otros retablos de inspiración gótica que también adornan el resto de capillas de la Colegiata. Todo el coste del trabajo de carpintería y talla fue sufragado por Francisco Pérez Gomar, muy conocido en Gandia por ser el dueño de la empresa Carrocerías el Blanquillo, según informó ayer el delegado de Comunicación Parroquial de la Colegiata, Carlos Costa.

Tallado en madera de conífera, por motivos seguramente económicos, el retablo quedó inconcluso al no realizarse el dorado y policromado. Permaneció así durante 65 años, sufriendo en este tiempo diversos deterioros así como el ataque de insectos.

Dentro del conjunto, la pieza más llamativa es la hermosa escultura del Cristo del Amparo que ocupa el cuerpo central del retablo. Esta talla fue realizada en 1948 por Antonio Sanjuán Villalba, escultor castellonense que es autor de muchas piezas de la Semana Santa gandiense, y su estilo está marcado por un barroquismo elegante y sobrio de raíz castellana. El Cristo tiene, además, la particularidad de contar con ojos de cristal, que le confieren a su mirada una singular expresividad.

En el año 2013, por iniciativa del abad Saneugenio y gracias a una subvención de la Diputación de Valencia, se encargó a la empresa Gaia la tarea de dorado del retablo. Dada la gran calidad de la obra, se empleó material de primerísima calidad (oro de ley de 24 quilates) y con la técnica tradicional del dorado al agua, más costosa de trabajar, pero que ofrece resultados de mayor perfección.

Dado el elevado coste de esa solución, el trabajo se realizó en dos fases. La primera fue la que se ejecutó en 2013 y en ella se doraron los remates, pináculos y crestería de la parte superior, así como aproximadamente la mitad del cuerpo central del retablo.

Desde abril de este año hasta comienzos de septiembre se ha realizado la segunda fase del dorado, que ha afectado al cuerpo central, la cruz y la predela y el banco, así como el policromado y marmoleado. El coste total ha sido de 25.250 euros, que están siendo sufragados íntegramente por la parroquia.

«El retablo se ha convertido en la pieza más atractiva de la Colegiata», señalan desde la parroquia, y añaden que la imagen del Cristo, «que pasaba casi desapercibida, ha cobrado una relevancia y un atractivo notables, siendo la auténtica gema que corona esta magnífica obra».

La restauración del retablo del Santísimo Cristo del Amparo será bendecido en la Eucaristía de las 19 horas del próximo sábado 29 de septiembre por parte del abad, Ángel Saneugenio, acto al que pueden asistir todos los fieles del templo y de la ciudad.