De unos años a esta parte ha surgido la llamada «agricultura patentada». Productos diseñados por expertos de todo el mundo cuya producción está protegida por las empresas que han financiado los estudios. La mandarina Orri es uno de ellos. El concepto ha sido elaborar un cítrico que se pela fácilmente, muy agradable de sabor y, cuestión muy importante, de fácil conservación cuando está refrigerado, prolongando en mucho su periodo de comercialización.