Con esos ingredientes, concentrando multitud de actos en cuatro días en el perímetro del centro histórico, y teniendo en cuenta que el tiempo está acompañando, con temperaturas cálidas en las horas centrales del día, el éxito está asegurado.

Sólo con callejear por el paseo Germanies o las plazas del Prado y Major los visitantes se encuentran con varios números de teatro de calle, todo un festival cultural del otoño que no tiene nada que envidiar al de otras ciudades.

Un viaje a la época de esplendor de los Borja, como recuerda el montaje «Territori Borja» en la plaza de l'Escola Pia, en el que ha participado Turisme València, con talleres infantiles, actuaciones musicales y una maqueta del centro de la ciudad a mediados del siglo XIX elaborada con corcho que, salvo algunos errores en la distribución de las murallas y la Alqueria del Duc es aceptable para hacerse una idea de los principales monumentos.

Pero también es una feria que evoca, a través de otros mercadillos y espacios, la impronta medieval, el legado islámico o el folclore valenciano más reciente. En este sentido, ayer destacó la III Trobada de Muixerangues, donde agrupaciones de la Safor, Castelló y Viladecans alzaron sus torres humanas en la plaza Major, frente al edificio consistorial.

Respecto al teatro de calle está teniendo muy buena acogida el espectáculo «Los irreales», de la compañía francesa Créature, que se ubica dentro de lo que fue el supermercado MasyMas, en el Prado. No se sabe si es una tribu futurista o un pueblo paralelo a los humanos, pero lo que sí está claro es que los niños se quedan con la boca abierta.

En cuanto a los conciertos de gran formato, el viernes pasado tuvo lugar la final del «Sona la Dipu», con más de 3.000 personas en el Parc de la Festa, que ganó la banda Yo Diablo, y los gandienses Zoo como cabeza de cartel. Anoche, y al cierre de esta edición, estaba prevista la actuación de la banda madrileña Vetusta Morla con los electrónicos MissDandy como «teloneros».

Los deportes también tienen cabida en la Fira i Festes ya que varios clubes se implican con exhibiciones, como demostraron ayer los de capoeira, kárate, rugby, o halterofilia, entre otros.

Por otra parte, y por segundo año consecutivo, llama la atención el protocolo de seguridad ciudadana que adopta tanto la Policía Local como la Nacional en este tipo de eventos y aglomeraciones, con maceteros, bloques de hormigón y coches patrulla que bloquean algunas calles peatonales, y agentes ataviados con chalecos antibalas, en el marco del nivel 4 antiterrorista que se mantiene para toda España.

Todo ello para garantizar que la única preocupación de los visitantes sea disfrutar de Gandia y de sus fiestas. Se espera que este domingo también sea un día apoteósico, ya que a los gandienses que decidan quedarse en la ciudad (el lunes es festivo local, Sant Francesc de Borja) se sumarán los centenares de visitantes que opten por pasar el día o la tarde en la capital de la Safor.