El Ayuntamiento de Palma de Gandia tendrá que corregir dos obras ejecutadas recientemente en la localidad después de que técnicos de la Diputació de València hayan redactado sendos informes en los que se especifica que pueden afectar a la seguridad vial de la carretera que atraviesa este municipio.

En primer lugar, la diputación ha detectado una merma en la visibilidad causada en el cruce de la avenida de la Constitució, como se denomina la travesía urbana de la carretera, con la calle de Lluís Vives, que supone uno de los accesos principales al colegio público la Murtera que Palma comparte con Ador.

En ese punto se colocaron unas vallas protectoras que ocultan la vista a peatones y a conductores, lo que puede derivar en accidentes. Las vallas se instalaron precisamente por seguridad para los niños y niñas que acuden al colegio, pero no se solicitó autorización a la diputación, que debe dar el visto bueno a cualquier actuación que afecte a la carretera.

Tampoco se pidió autorización el pasado verano, cuando el ayuntamiento instaló un gran cartel con el nombre de Palma formado por cinco bloques de piedra, uno por cada letra, justo en la rotonda de entrada al municipio.

Los técnicos de la diputación han detectado que al menos una de esas letras, la primera, incumple la distancia de seguridad respecto a la circunferencia de la rotonda, lo que podría agravar las consecuencias en el caso de un vehículo se salga de la vía en ese punto. Tras una inspección que se realizará esta misma semana, todo apunta a que se tendrá que modificar la ubicación.

Las grandes letras labradas en piedra, realizadas por el escultor gandiense Ricardo Rico, han costado unos 15.000 euros, y se colocaron el pasado agosto, poco antes de la celebración de las fiestas patronales. La obra incluye también una palmera, símbolo de la localidad, y una especie de corona sobre las letras en la que aparece el perfil del paisaje, destacando el Castell de Palma, una de las fortalezas medievales de la Safor.