Oliva y los olivenses tendrán que seguir soportando el intenso tráfico por el interior de esta localidad al menos hasta el año 2023, si bien a partir del 1 de enero de 2020 la circulación de vehículos, especialmente los más pesados y todos los de largo recorrido, ya podrán utilizar la autopista AP7, que será gratuita.

Son dos, una buena y una mala, las noticias que se han desprendido de la reunión que el pasado miércoles mantuvo una delegación del ayuntamiento, con el alcalde David González a la cabeza, con el secretario de general de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, José Javier Izquierdo.

La mala noticia es que, una vez más, y van muchas, se retrasa la aprobación del proyecto para construir el enlace que, al sur del casco urbano de Oliva, conectará la AP7 con las carreteras de Pego y la N332. Esa actuación es fundamental para que los vehículos que llegan desde el sur no tengan que atravesar Oliva para incorporarse a la autopista.

El problema surgido ahora es que, según señaló José Javier Izquierdo a la delegación olivense que el miércoles estuvo en Madrid, los responsables del ministerio no tuvieron en previsión que la autopista será gratuita dentro de quince meses y, por lo tanto, ya no tiene sentido mantener la «playa del peaje» que se había previsto en las actuaciones. Total, varios meses más para «retirar» esa actuación del proyecto, que no se aprobará, previsiblemente, hasta principios del año próximo.

A partir de ahí, entre nueve meses y un año para licitar las obras de construcción, un trámite que está condicionado a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, precisamente en fase de negociación durante estos días. Siendo optimistas, la adjudicación no tendrá lugar hasta finales de 2019 o principios de 2020, cuando ya la autopista será gratuita. Y, finalmente, se prevén dos años de obras, que presentan una relativa complejidad por tratarse de una zona con muchos cauces de alto riesgo de inundación, con espacios ambientalmente protegidos y varias conexiones para enlazar las carreteras afectadas y la zona industrial existente.

Teniendo en cuenta que las obras no arrancarían hasta mediados de 2020 y que casi siempre se producen retrasos por imprevistos, su finalización se extiende, como mínimo, hasta finales de 2022 o principios de 2023.

La segunda noticia, esta buena, es la confirmación absoluta por parte del Gobierno de España de que no va a haber más concesiones de la autopista AP7. El 1 de enero de 2020 esa carretera, construida a caballo entre el régimen de Franco y los primeros gobiernos democráticos, será gratuita y de gestión directa del Ministerio de Fomento.

Justamente por eso se va a retirar del proyecto del enlace sur de Oliva el área para pagar peajes. Según señala el alcalde de Oliva, David González, el director general de Infraestructuras del Ministerio de Fomento les informó sobre las acciones que ya se han tomado para que Abertis, la empresa que gestiona la AP7 y que cobra el peaje, entregue la autopista en perfectas condiciones de uso.

La comitiva municipal olivense también recordó a José Javier Izquierdo la necesidad de impulsar otras infraestructuras de titularidad estatal paralizadas desde hace años, especialmente la prolongación de la vía férrea de Gandia a esta ciudad, contemplada en el proyecto global del llamado Tren de la Costa. En su día, Fomento anunció que el tren podría llegar a la ciudad de Oliva hacia el año 2025, aunque, visto lo visto, se trata de previsiones que casi nunca se cumplen.