Era una barrera simbólica. Lo cierto es que los resultados de los últimos trimestres no apuntaban a que la compraventa de viviendas en la comarca de la Safor llegara a sobrepasar las mil unidades de forma tan inminente. Pese a que se veía una tendencia positiva, los incrementos eran más bien moderados y, aunque se visualizaba que no tardaría demasiado en llegar a los niveles en que se encontraba poco antes de que estallara la crisis económica, ha sido una auténtica sorpresa que entre los meses de marzo y junio de este 2018 se haya logrado un dato que rompe con los pronósticos y supone la cifra más alta de los últimos once años.
Hay que remontarse hasta el tercer trimestre del año 2007, cuando ya se visualizaba el crack, para encontrar la última vez que se formalizaron más de 1.000 operaciones de compraventa.
Los datos que ofrece el Ministerio de Fomento han arrojado que en el segundo trimestre de este 2018, la comarca de la Safor ha registrado un total de operaciones de compraventa de viviendas de 1.050. No solo supone el mejor dato en más de una década, sino que vapulea todos los registros de los últimos años, los que han supuesto la recuperación del sector inmobiliario.
Habrá que esperar a ver si esta circunstancia tiene posteriormente un efecto rebote o si se mantiene la tendencia. Será entonces cuando habrá tiempo para analizar si se está produciendo una nueva burbuja o si, a diferencia de lo que ocurría durante el «boom» del ladrillo, se están llevando a cabo operaciones de una forma más sostenible.
De primeras, la gran diferencia es que actualmente es la vivienda de segunda mano a la que se sigue dando salida de manera mayoritaria, lo que significa que el mercado está empezando a absorber el gran número de viviendas que quedaron vacías durante la crisis, bien porque no se llegaron a estrenar, bien porque sus propietarios las perdieron al no poder hacer frente las hipotecas.
El número de operaciones registradas entre los meses de marzo y junio pasados supone un 34% más que en el primer trimestre del año y un 17% más que en el mismo periodo del año 2017, toda vez que, habitualmente es un trimestre en el que se realizan un buen número de operaciones de compraventa.
En medio año, se han cerrado un total de 1.835 operaciones, que supone más de la mitad de las 3.092 con las que se cerró el pasado ejercicio y casi las mismas que en todo el 2013 (1.900). El trimestre de la serie histórica en que se registró un mayor número de compraventa de viviendas fue el segundo del 2005, cuando en un mismo periodo se sumaron casi 1.600 unidades.
Record en Gandia
La clave de las 1.051 viviendas que se transfirieron durante el segundo trimestre de este año vienen impulsadas por Gandia, que con 487 operaciones, también obtuvo su mejor dato desde mitad del año 2007, es decir, hace once años. Tampoco Oliva se queda detrás, al experimentar un incremento de 50 viviendas respecto al primer tramo de este ejercicio, pasando de 149 a 199, en el que es también uno de sus mejores datos históricos. Otro municipio que también ha visto incrementado de forma considerable el número de operaciones ha sido Tavernes de la Valldigna, al pasar de 57 a 91 o Miramar que pasa de 16 a 32, es decir, el doble que entre enero y marzo.
