En los años 60 Rafael Muñoz, manchego de Albacete, llegó a Gandia atraído por las posibilidades que ofrecía el auge de la construcción ligado al turismo y al desarrollo urbanístico de la playa.

Autónomo y con un grupo de empleados, trabajó durante 20 años por su cuenta, conoció a Consuelo, se casó, y en 1994 fundó la constructora Gomuñoz, SL. Rafael falleció hace seis años pero sus tres hijos, Sergio, David y Rafa, han dado continuidad a la empresa. De hecho, curiosamente, hoy están rehabilitando algunos de esos edificios de la playa gandiense en los que intervino su padre.

La rehabilitación de fachadas e interiores es una de las actividades a las que se dedica Gomuñoz, junto a la construcción de naves industriales y la obra pública. Sus oficinas están situadas en la calle Reis Catòlics, 18, en Gandia, en el distrito de Benipeixcar.

La crisis económica, que se cebó especialmente con la construcción, motivó a los hermanos a emprender una nueva etapa. En 2013 realizaron fuertes inversiones, especialmente en recursos humanos, y aumentaron maquinaria y bienes de equipo. Actualmente cuenta con 31 trabajadores, entre ellos tres aparejadores internos y uno externo. En los últimos cinco años Gomuñoz ha creado 20 puestos de trabajo y ha apostado por la tecnología punta con un aumento del 60% en bienes para la empresa.

Precisamente esa capacidad para buscar clientes alternativos y adaptarse a los nuevos tiempos tras 25 años en el sector ha sido uno de los argumentos de FAES para otorgarle el Premio a la Empresa Emprendedora, entregado ayer en el transcurso del XIX Encuentro Empresarial, en representación de la Asociación de Promotores y Constructores de la Safor.

En obra pública la actuación más emblemática ha sido la culminación de la plaza del Tirant, en Gandia, entregada el pasado 27 de septiembre. Esta última fase comprende una zona de juegos infantiles con sombras, un tablero gigante de ajedrez, la reubicación del conjunto escultórico de Artur Heras (los «pinochos») y un escenario pequeño pero muy versátil.

Además hay un jardín vertical sostenido en un muro de nueva planta -el primero de la ciudad y que se añadió como mejora del proyecto-, se remodelaron los accesos al párking del Centre Històric y se habilitaron las casetas para darle un uso público municipal.

También se ampliaron las aceras de la calle Vora Riu y se pavimentó la rotonda recayente al Pont Vell, dignificando la escultura de Evarist Navarro. Todo ello permite mejorar las conexiones entre el centro de la ciudad y el barrio del Raval.

Otras obras públicas ejecutadas por Gomuñoz han sido la «escoleta» municipal del centro histórico, en Gandia, y la rehabilitación de la fachada del antiguo ayuntamiento del Real de Gandia.

También son expertos en eliminar barreras arquitectónicas, en estructuras, y en pavimentos, tanto industriales como de suelos comerciales. Y a ello hay que sumar las edificaciones para uso comercial o las viviendas familiares de obra nueva, en las que siguen trabajando. Para ofrecer estos servicios Gomuñoz dispone de reconocidos sellos de calidad, como las certificaciones ISO 9001, ISO 14001 y la OHSAS 18001.

Con un espíritu joven y emprendedor, Gomuñoz ya es una constructora de confianza en la comarca de la Safor y está preparada para afrontar nuevos retos.