La alcaldesa de Gandia, Diana Morant, pidió en su discurso la colaboración de los empresarios «para contribuir al cambio cultural en el conjunto de la sociedad de Gandia y la Safor». En concreto, la munícipe considera necesario «mejorar la gobernabilidad y el clima de entendimiento», además de «agilizar la administración para que ponga las cosas fáciles» e incluso «cambiar la política, que no es cosa de políticos, sino un reflejo de nuestra sociedad y su modelo de convivencia».

La alcaldesa repasó algunos aspectos de la gestión municipal en esta legislatura, para concluir con una visión optimista en el futuro siempre que el camino se recorra «sumando, trabajando juntos y desde el asociacionismo».

En un tono conciliador, Diana Morant renovó su compromiso con la clase empresarial: «Tenéis y tendréis mi implicación y estaré a vuestro lado porque vuestras reivindicaciones, algunas ya viejas, son justas y redundan en el beneficio de todos».

La alcaldesa ya divisa una cierta recuperación económica, pero cree que queda trabajo por hacer. «Gandia ha sido motor, lo tiene todo, y después de la crisis y la quiebra del ayuntamiento, después de los esfuerzos pedidos a la ciudadanía, ya ha llegado el momento de levantarse y de volver a ser referente de la Comunitat».

«A pesar de las dificultades -continuó la alcaldesa- hemos estado haciendo cosas, por ejemplo finalizar el edificio que nos acoge, el Espai Baladre, un lugar destinado a ser un punto dinamizador de la playa a disposición del sector turístico, asociativo y empresarial, y un punto generador de impacto económico en nuestra ciudad».

Diana Morant añadió que el Gobierno local, junto con la Generalitat, han destinado ayudas a la mejora y modernización de polígonos industriales, «como la instalación de fibra óptica o la construcción de la rotonda para facilitar el acceso a Alcodar que pronto finalizaremos; estamos asistiendo a la gran transformación del parque empresarial de Gandia».

La alcaldesa también hizo referencia al «pago puntual» a proveedores, la mejora de la reputación de la ciudad, la apuesta por el turismo inteligente, la reforma de centros educativos, y los proyectos de futuro para los barrios de Roís de Corella y Santa Anna, con el complejo sociosanitario y los juzgados, respectivamente.