Guillermo Barber atendió ayer a la llamada de Levante-EMV y señaló, respecto a la polémica que se ha generado en su partido a raíz de la futura designación del candidato a la alcaldía, que no tiene constancia de que exista una lucha interna por esta cuestión.

El concejal y representante en la Diputación insistió, una y otra vez, que mantiene una buena relación, tanto en el ámbito personal como en el político, con Arturo Torró y con Víctor Soler, y añadió que, sea cual sea la decisión del Comité Electoral Regional, órgano encargado de designar al candidato a la alcaldía de Gandia, se tendría que asumir porque esos son los estatutos.

Tras reconocer que él está «a disposición del partido» para lo que estime, incluyendo la posibilidad de liderar la candidatura municipal de Gandia en 2019, añade que lo más importante es que haya «unidad» porque considera que esa condición es imprescindible para que el PP gane las elecciones a los partidos de izquierda y recupere la alcaldía.

A preguntas de este periódico, el concejal concluye con una expresión que sin duda es clave en ese afán de unidad: «Yo solo aceptaré ser candidato si cuento con el apoyo de la dirección regional y de la dirección local del partido». Es decir, si Víctor Soler, que también aspira a ser alcalde, le da el visto bueno y se resigna a ocupar otro lugar en la lista.