Ya le ha llegado la carta para hacerse las mamografías? Probablemente lo primero que ha pensado es «uf, pero si voy liadísima. Además, yo no me noto nada. Y confieso que me da un poco de miedo ¿Y si me encuentran un cáncer de mama?». A menudo se diría que las mujeres tenemos más paciencia y valor para cuidar de todos los demás que de nosotras mismas.

Octubre es el mes de los lazos rosas para poner el foco sobre la lucha contra el cáncer de mama. Y es que esta enfermedad, más que ninguna otra, tiene nombre de mujer, pues es el tumor maligno más frecuente y que causa más mortalidad en el sexo femenino. Es comprensible que le dé vértigo, al menos un poquito, ir a hacerse la prueba.

Pero no todo son malas noticias para nosotras. La ciencia avanza que da gusto, y en la Comunitat Valenciana se ha producido un descenso progresivo de la mortalidad por cáncer de mama desde el año 2000, y ello gracias a la detección precoz mediante el programa de cribado de cáncer de mama, así como a las mejoras en su diagnóstico y tratamiento.

La Unidad de Prevención de Cáncer de Mama -que depende del Centro de Salud Pública de Gandia y está ubicada en la planta baja del Hospital Francesc de Borja- invita cada dos años mediante carta a todas las mujeres de entre 45 y 69 años empadronadas en el departamento -más de 26.500 en la actualidad- de las cuales participan aproximadamente tres cuartas partes. A través de este cribado se diagnostican anualmente una media de 35 casos de cáncer de mama. En la última ronda que se concluyó, se detectó esta enfermedad en aproximadamente cinco de cada mil mujeres que pasaron por la unidad.

Cabe destacar que estos casos de cáncer de mama, en su mayoría detectados en estadios tempranos, no habían dado síntomas previamente, pues de eso se trata el programa, de estudiar a todas las mujeres aunque no se noten nada. Por tanto, de no existir un servicio así, habrían dado la cara en una fase más tardía. Y el factor tiempo es clave aquí, porque sabemos que el pronóstico de esta enfermedad y la posibilidad de superarla dependen en gran medida de que sea diagnosticada precozmente.

Asimismo, actualmente contamos con métodos mucho más sofisticados para tipificar cada caso concreto de tumor de mama, pues no son iguales todos ellos. El abordaje quirúrgico ha evolucionado gracias a diversas técnicas, como la biopsia selectiva del ganglio centinela, que ha permitido disminuir la realización de vaciamiento ganglionar axilar y las molestias posteriores que éste conlleva. También disponemos de tratamientos médicos mucho más específicos -incluida la inmunoterapia- que, además de ser más efectivos, producen menos efectos secundarios. De hecho, la inmunoterapia le ha valido a sus dos mayores investigadores el premio nobel de medicina de este año. Además, este departamento cuenta con un Comité de Tumores de Mama, formado por facultativos de las distintas especialidades implicadas, que decide de forma consensuada e individualizada el tratamiento a seguir.

En resumidas cuentas, el cáncer de mama nos afecta especialmente a nosotras, pero está en nuestra mano no sólo disminuir nuestro riesgo de padecerlo -evitando el tabaco, dando lactancia materna, etc.-, sino también detectarlo precozmente. Y, afortunadamente, a día de hoy podemos decir que la mayoría de las mujeres que afrontan esta lucha consiguen ganarla. De modo que, la próxima vez de que le llegue la carta, usted, ni frívola ni cobarde, dígase sin titubear: «¿Mamografías? Pues claro que sí, porque yo lo valgo».