La construcción de viviendas por parte de cooperativas formadas por los futuros propietarios de las mismas es algo habitual en algunas zonas de España, especialmente en comunidades del norte, pero sigue siendo algo poco comprendido en la Comunitat Valenciana.

Para muestra, lo ocurrido ahora en Gandia. El pasado mes de julio la Entitat Valenciana d'Habitatge i Sòl (EVha), dependiente de la Generalitat anunció una oferta de cesión de solares en distintas ciudades para promover la construcción de viviendas por parte de cooperativas. Reuniendo las condiciones fijadas por la EVha, esa cesión del suelo se producía en condiciones muy favorables, pero revertiría en un plazo máximo de 75 años, cuando los pisos volverían a titularidad pública. El solar gandiense de la EVha se encuentra en el ensanche de la zona de Santa Anna, junto al cauce del barranco de Beniopa y el futuro palacio de justicia. Esta «oferta» también se planteó en parcelas urbanas de la Generalitat situadas en Alzira, Torrent, Alicante, Alcoi, Sant Joan y Torrevieja.

Pero esas condiciones no han derivado en la respuesta esperada. En casi todos los municipios los solares se han quedado sin cooperativistas, un modelo de «autopromoción» inmobiliaria que sigue siendo muy minoritario entre los valencianos, reacios a embarcarse en esa gestión y más acostumbrados a comprar o alquilar viviendas, bien sea de renta libre o sometidas algún tipo de protección pública.

Por ese motivo, la Generalitat acaba de anunciar que prolonga el periodo de presentación de ofertas. Si iba a finalizar el 10 de diciembre próximo, el nuevo plazo expirará el último día de febrero del año próximo.

En ese tiempo, los ayuntamientos implicados van a colaborar en la labor de extender las bondades de esta iniciativa de la Generalitat. El coordinador de Urbanismo de Gandia, Vicent Mascarell, señaló ayer que la idea es mantener reuniones con colectivos que puedan estar interesados en este proyecto y aventurarse en el mismo.

Según señala la Generalitat, en el conjunto de los siete solares situados en otras tantas ciudades y se estima que se podrán construir un total de 180 viviendas protegidas, que formarán parte del plan de gestión integral de suelo que EVha lleva a cabo para la revitalización urbana, la reducción de los precios de las edificaciones y el aumento del parque público de viviendas.

La mitad de colectivos preferentes

En este proceso pueden presentarse cooperativas de vivienda en régimen de gestión de uso, constituidas o en proceso de constitución. La cooperativa será la titular del derecho de superficie por un plazo máximo de 75 años y cederá a los socios el uso de la vivienda como domicilio habitual y permanente. Al finalizar dicho plazo, el suelo y la edificación revertirán en la Generalitat y volverá a ser de titularidad pública.

El 50 % de los socios cooperativistas deberán pertenecer a colectivos preferentes, como víctimas de violencia de género, mayores de 60 años o menores de 35, además de que no se podrá disponer de una renta superior a 4,5 veces el Iprem y la cuota mensual a abonar a la cooperativa no podrá superar el 30% de sus ingresos.

Un comité de expertos valorará la calidad del proyecto desde el punto de vista arquitectónico y de integración urbanística, su adecuación medioambiental y tipología de las viviendas y del edificio a los colectivos a los que va destinado.