Denostados por unos, deseados por otros, hace años que los viajes del Imserso están envueltos en la polémica pero, en el fondo, el programa de turismo para mayores de 60 años que lanza el Estado a través del Instituto de Mayores y Servicios Sociales supone una tabla de salvación en temporada baja, sobre todo en destinos de costa fuertemente estacionalizados como Gandia.

Este año el Imserso ha ofertado 1,35 millones de plazas en toda España que desde el pasado mes de septiembre están comercializando 8.500 agencias de viaje, y los propios turoperadores adjudicatarios, Mundosenior y Mundiplan. En la Comunitat Valenciana se ofrecen 180.000 paquetes turísticos de los cuales la inmensa mayoría se cubren en Benidorm.

La temporada de estos viajes subvencionados va de octubre a principios de mayo. Por 200 euros un jubilado de cualquier punto de España puede pasar 8 días (7 noches) en un hotel de Gandia con pensión completa y transporte incluidos. Los pensionistas están encantados con estas tarifas, pero los hoteleros no tanto, ya que estos últimos reciben 21 euros por persona y día. La cantidad es insuficiente para el sector, que viene exigiendo un incremento de al menos 3 euros en el próximo contrato para mejorar la rentabilidad.

Con todo, a pesar de las críticas, en Gandia los hoteles que abren todo el año (Biarritz, Magic Villa Luz, Porto, RH Riviera, RH Bayren Parc, RH Gijón y el Gandia Palace) lo pueden hacer en parte gracias a este programa estatal de vacaciones subvencionadas.

Ahora bien, ¿es Gandia una ciudad atractiva para el turista del Imserso? «Sí, siempre y cuando Benidorm esté lleno», afirma el director del hotel Tres Anclas, Luis Rodríguez, ya que falta más oferta complementaria, en definitiva, salas de fiestas o locales abiertos para que se entretengan.

Su hotel ha sido durante años el que más turistas mayores traía a la playa de Gandia (5.500 plazas de marzo a mayo), pero desde hace tres campañas está cerrado en estas fechas. El motivo es la baja rentabilidad del programa. «Había semanas que teníamos 40 clientes al día con 50 empleados, eso nos ha pasado y es insostenible», apunta. En definitiva, los hoteles que resisten con el Imserso en Gandia lo hacen porque son de un tamaño mediano, «pero un hotel de nuestra envergadura, con 430 habitaciones, no puede abrir hasta no garantizarse al menos un 80% de ocupación, y eso en Gandia sólo ocurre a partir de marzo o abril», explica Rodríguez.

En el Tres Anclas también acusaron la liberalización de las fechas, que entró en vigor en 2016. «Con ello nuestra ocupación bajó un 60%, porque el usuario prefiere la primavera al invierno, así que esto no ayuda a desestacionalizar la playa de Gandia ni a mantener el empleo en invierno».

El delegado para el área de Levante de Mundosenior, Tomás Meré, también hace hincapié en la falta de distracciones para los mayores: «Sólo con el paseo no es suficiente, en invierno en la playa de Gandia hay muchos comercios y establecimientos cerrados, lo que da al visitante una sensación de falta de servicios», por lo que, en su opinión, el destino debe mejorar «en entretenimiento para estas personas, por ejemplo con salas para bailar o más restaurantes abiertos».

Por otra parte, el impacto del Imserso en la hostelería local es mínimo, ya que generalmente son turistas que gastan poco fuera del hotel y hacen valer su condición de pensión completa. Si a caso algunos restaurantes de la playa se ven beneficiados un par de días entre semana cuando llegan a Gandia las excursiones guiadas que organiza Mundosenior para los usuarios que están alojados en Benidorm, Xàbia o Dénia, y en las que suelen visitar el centro histórico y la playa.

Por lo que respecta a los jubilados, el perfil ha cambiado tanto que ahora son verdaderos profesionales a la caza del viaje. Es el caso de Luisa (74) y Avelino (77), un matrimonio de Villalba de los Barros (Badajoz) que ya suma 20 viajes con el Imserso, y estos días están por segunda vez en Gandia, alojados en el RH Bayren Parc. «El 30 de marzo nos vamos una semana a Ibiza», señala Luisa, y añade que a Benidorm va todos los años. «Aquí no hay mucha distracción, pero lo pasamos bien, hemos conocido a otros extremeños y salimos juntos por ahí».

Los hoteles ofrecen actividades de animación (contemplado en el convenio) con juegos de mesa por la tarde y donde por supuesto no puede faltar el baile, a las diez de la noche, con pasodobles o valses.