La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) está siendo inflexible a la hora de otorgar o no licencias para construir en zonas sensibles de sufrir inundaciones. Lo ha demostrado en el caso de Tavernes y también, hace unos meses, cuando denegó el permiso a una empresa privada que proyectaba construir una residencia de la tercera edad en la zona de Venecia. La mercantil solicitó primero permiso al ayuntamiento, que se lo otorgó, sin embargo, cuando llegó el momento de pedirlo a la entidad dependiente del Ministerio de Medio Ambiente se encontró con un dictamen en contra. La CHJ considera que el terreno, que se encuentra en la urbanización Les Foies, junto al Grau, se encuentra en una zona inundable y que, al ser un edificio con una actividad sensible (como sería un colegio por ejemplo) no puede instalarse la residencia en ese punto.

Pese a ello, el ayuntamiento está emitiendo informes para intentar convencer a la CHJ de que, habilitando las medidas pertinentes, se podría minimizar el riesgo y, por tanto, permitir la construcción del edificio.

Si finalmente no se consigue hacer cambiar de parecer a los técnicos de la entidad, el Ayuntamiento de Gandia, que siempre ve con buenos ojos que llegue inversión privada a la ciudad, propondrá a la empresa que busque otra ubicación para instalar la residencia de la tercera edad.

Justo lo mismo ocurrió con el Centre Jove del Grau, que estaba previsto que se instalara en una parcela ubicada junto al Centro de Salud del distrito marítimo. El organismo que gestiona las cuencas hidrográficas desautorizó su construcción al ubicarse en zona de riesgo. El ayuntamiento decidió, finalmente, instalar este casal en los bajos del edificio ubicado frente al Campus de Gandia, en el Grau.