Gandia y Xeraco están más alejados que nunca. No es que se haya producido una brecha física entre los dos términos, sino que la intención del ayuntamiento xeraquero de reconfigurar su término municipal asumiendo 150.000 metros cuadrados que ahora pertenecen a la capital de la comarca de la Safor ha creado un cisma institucional que, con el paso de las semanas ha ido subiendo de tono.

Esta mañana se ha celebrado en la playa de l'Auir el acto de amojonamiento convocado por Xeraco. Hasta el linde entre una y otra ciudad por la costa se han desplazado representantes de ambos municipios. La comitiva xeraquera estaba encabezada por el alcalde, Pepe Tejada, que iba acompañado del concejal de Medio Ambiente, Estefan Torres, y otros miembros de la corporación, tanto de los grupos del Gobierno local (PSPV-Compromís) como los de la oposición (PP). En la de de Gandia estaba la vicealcaldesa, Lorena Milvaques, el concejal de Gestión Responsable del Territorio, Xavi Ròdenas, el portavoz del Gobierno local, José Manuel Prieto y otros ediles y asesores.

La escenografia ha sido cuanto menos curiosa. Los primeros en llegar han sido los representantes de la ciudad ducal que se han adentrado varios centenares de metros hacia el norte de la playa que consideran de Gandia. Minutos después lo han hecho los representantes de Xeraco. Como si de una contienda se tratara, unos han caminado en dirección contraria a los otros hasta encontrarse en un punto. Aunque parecía que iban a intercambiar impresiones respecto a la situación, el encuentro ha sido más bien frío. Los representantes públicos de cada localidad se han limitado a saludarse y a seguir cada uno hacia su destino. Gandia hasta el puente que une los dos términos municipales, punto que consideran marca el linde, y Xeraco hasta el punto donde se inician los 700 metros que considera que son suyos.

Jacinta Rubio, concejala del Ayuntamiento de Xeraco, se mostraba después sorprendida por esta situación. "Esperábamos haber hablado pero nos hemos saludado porque nos conocemos y han seguido su camino", ha apuntado. Milvaques, por su parte, ha alegado que "teníamos la hora marcada para las 12 y debíamos cumplir los terminios".

Milvaques además ha criticado que Xeraco ha desviado la desembocadura del río Vaca, algo que desde Xeraco niegan apuntando que se han limitado a "abrirlo" porque impedía el paso del agua.